Antes de sentarme a escribir este blog quise dar una repasada al famoso cuento que inspira el tema que aquí nos congrega: "El príncipe sapo".
He aquí una breve versión:
"Dice el cuento que la princesa estaba jugando con su pelota de oro junto a un río, hasta que se le escapó y se le cayó al agua. Un sapo oyó sus sollozos, asomó la cabeza y le preguntó por la causa de su pena. Entonces se ofreció a devolverle la pelota de oro con esta condición: que ella lo tomaría como compañero. El sapo le explicó que ella tendría que llevarlo a su casa, sentarlo a su mesa, darle de beber de su vaso, comer del mismo plato, acostarlo a su lado en su cama y besarlo cuando él se lo pida. La princesa, sin pensarlo media vez, se lo prometió. El sapo se zambulló en el agua y le devolvió la pelota. Y al pedirle que lo lleve a su casa, la princesa echó a correr, llegó al palacio y se puso a comer con sus padres, el rey y la reina.
Al cabo de un rato, un sirviente avisó al rey de que había un sapo en la puerta que pedía comer con la princesa. El rey dejó que pasara, y al contarle el sapo lo sucedido, ordenó a su hija que cumpliera lo prometido. Así que el sapo comió con ella, aunque a ella le dio mucho asco y apenas comió aquel día.
Cayó la noche y, cuando la princesa se iba a la cama, el sapo exigió dormir con ella. Accedió con asco, y cuando estaban acostados el sapo reclamó un beso. La princesa, cerrando los ojos con fuerza, arrugando la nariz y sintiendo que la garganta se le volvía del revés, lo besó. Entonces el sapo se convirtió en un hermoso príncipe. Y en un instante se enamoraron apasionadamente para siempre."
Hasta aquí la versión moderna del cuento, porque en su forma original, la de los hermanos Grimm, terminaba así: "Cuando el sapo le pidió un beso, la princesa, llena de repugnancia, lo levantó de una pata y lo estrelló contra la pared. Refulgió una llamarada y el sapo se convirtió en un hermoso príncipe. Y se abrazaron palpitando de amor apasionado."
Al cabo de un rato, un sirviente avisó al rey de que había un sapo en la puerta que pedía comer con la princesa. El rey dejó que pasara, y al contarle el sapo lo sucedido, ordenó a su hija que cumpliera lo prometido. Así que el sapo comió con ella, aunque a ella le dio mucho asco y apenas comió aquel día.
Cayó la noche y, cuando la princesa se iba a la cama, el sapo exigió dormir con ella. Accedió con asco, y cuando estaban acostados el sapo reclamó un beso. La princesa, cerrando los ojos con fuerza, arrugando la nariz y sintiendo que la garganta se le volvía del revés, lo besó. Entonces el sapo se convirtió en un hermoso príncipe. Y en un instante se enamoraron apasionadamente para siempre."
Hasta aquí la versión moderna del cuento, porque en su forma original, la de los hermanos Grimm, terminaba así: "Cuando el sapo le pidió un beso, la princesa, llena de repugnancia, lo levantó de una pata y lo estrelló contra la pared. Refulgió una llamarada y el sapo se convirtió en un hermoso príncipe. Y se abrazaron palpitando de amor apasionado."
Sí, sí... Nos han mentido. Me siento traicionada! Calculo que prácticamente todas crecimos escuchando la primera versión, en la que nos enseñaban que si alguien era a primera vista feito y repugnante igual teníamos que darle una oportunidad porque después la vida podía darnos una grata recompensa.
Yo, sin embargo, conozco a varias de esas que estrellarían al sapo contra la pared. Y saben qué? A ellos les encanta!!! Al parecer mientras más manipuladora, caprichosa, engreída... como decirlo... "perra"! Sí, es exactamente eso, cuanto más perra se vuelva una ahí es cuando más te buscan, cuando más interesante y atractiva les parecés. Es todo una cuestión de actitud.
Yo, sin embargo, conozco a varias de esas que estrellarían al sapo contra la pared. Y saben qué? A ellos les encanta!!! Al parecer mientras más manipuladora, caprichosa, engreída... como decirlo... "perra"! Sí, es exactamente eso, cuanto más perra se vuelva una ahí es cuando más te buscan, cuando más interesante y atractiva les parecés. Es todo una cuestión de actitud.
Yo siempre fui la buenita, y así fue como me llevé varios fiascos. Con mis amigas charlamos varias veces sobre esto, admiradas de cómo ciertas mujeres con actitudes que al principio encontrábamos criticables se terminaban llevando nuestros aplausos por ser las que mejor la terminan pasando. "Hay que ser más perra", decimos siempre. No te llamó? No se te ocurra llamarlo a vos!!! Que se quedó sin crédito??? Ignoralo por rata asquerosa!!! Que no te dijo de salir porque tenía un partido con los amigos? Cortale los beneficios!! Vas a ver como la próxima lo tenés comiendo de la palma de tu mano.
Por supuesto nos cuesta mucho seguir estos consejos que entre nosotras mismas nos damos. Yo soy la primera en quebrantar estos mandatos. Pero me he propuesto firmemente un cambio de actitud! No ser más la buenita, la que entiende y aguanta todo, la que se queda limpiándole la casa al tipo mientras está de viaje, sólo para que al volver piense "ay, no podría vivir sin ella!". Patrañas, siempre estuvo por encima mío la perra que en su vida cocinó ni limpió ni nada.
Por supuesto nos cuesta mucho seguir estos consejos que entre nosotras mismas nos damos. Yo soy la primera en quebrantar estos mandatos. Pero me he propuesto firmemente un cambio de actitud! No ser más la buenita, la que entiende y aguanta todo, la que se queda limpiándole la casa al tipo mientras está de viaje, sólo para que al volver piense "ay, no podría vivir sin ella!". Patrañas, siempre estuvo por encima mío la perra que en su vida cocinó ni limpió ni nada.
Así que, señoras, las invito a poner en práctica este nuevo deporte de "estrellar al sapo", en lugar de andar por ahí repartiendo besos con la falsa promesa de que eso va a transformar al hombre de turno en un príncipe con castillo y todo. Más bien con desprecio es que se va a poner las pilas para ofrecernos, al menos, un departamentito.
A ver... acabo de cumplir 29 y confieso: he besado sapos, me enamoré de batracios, idolatré serpientes y me aferré a mugrientas ratas de albañal. Y cuando terminé con cada etapa de pseudo enamoramiento me pregunté: ¿POR QUE? ¿COMO PUDE? y corrí a lavarme los dientes y el cuerpo con espadol concentrado, le pedí perdón a dios, la virgen y todos los santos. Quise volver a ser inocente, pero aprendí que no se puede. Y que las novelas son sólo novelas. Para rescatar algo: aprendí a reirme de esto. A carcajadas y, es cierto, con un poco de vergüenza. Pero con amigas, un rico y vino y noches de compartir lágrimas y risas.
ResponderEliminarFinalmente, besamos príncipes que se convirtieron en sapos. Nos creimos princesas y nos terminamos sintiendo las hermanastras feas. ¿Pero cómo? Eso que pasa en las películas no es real??? mi mamá tenía razón???? los hombres sólo quieren coger????? NO PUEDO VIVIR EN UN MUNDO EN EL QUE MI MAMÁ TIENE RAZOOOON! pero si... la tiene. Nunca se lo voy a decir, pero la tiene.
Despues, con un poco de suerte, te enamorás de un sapito que, si bien es sapo, también se enamora de vos, que en definitiva, no sos más que una ranita soñadora que se encontró con que el mundo no es más que un gran zoológico.
Hasta entonces, las amigas sean unidas!!!
cuidado con ser tan perra, no sea que por ahi se te escape una persona valiosa de verdad
ResponderEliminar