jueves, 27 de enero de 2011

Dos veces la niña bonita...

Y llegaron nomás... En muy poquito tiempo cumplo los 30 y la verdad es que esto me a puesto a reflexionar bastante. Como ya les conté alguna vez, yo hace unos añitos no me imaginaba este panorama. Había soñado a estas alturas tener un maridito, una casita blanca, uno o dos bebés y un perro labrador. No, mejor un golden retriever, esos me gustan más. En definitiva, estar como se dice "instalada". Y qué pasó? Nada, eso pasó. Otras cosas pasaron. Cosas distintas... Y saben qué es lo mejor? Que no me quejo! Así es, he madurado. Confieso que por dentro no siento ni ahí el peso de los años, todavía me siento como a los 17, llena de vida, de proyectos e ilusiones. No sé cómo el tiempo pasó tan rápido... Invertí muchos años en la facultad (ahora no sé si eligiría la misma carrera dos veces), pero no por floja, para nada. Las que me conocen saben que soy bastante "ñoña" con el estudio, sólo que resultó más largo y complicado de lo que esperaba... Además como siempre me gustó hacer varias cosas al mismo tiempo tuve otras actividades paralelas mientras estudiaba, así que del tiempo invertido no me arrepiento para nada. Hoy en día estoy orgullosa de haber logrado mi título, es más, me estoy entusiasmando con la idea de hacer un master o algo así, pero en el exterior. Quiero viajar! Ya desde hace meses, como también les he contado, vengo sintiendo que el mundo me llama a salir de casa y conocer nuevos horizontes. Hay un planeta tan grande ahí afuera! Yo no nací para quedarme en un solo lugar, esa es una de las conclusiones que saqué en este último tiempo. Ya está decidido, de una forma u otra me voy. No se asusten, seguiré escribiendo desde donde esté, eso es lo de menos. Imagínense cuando les cuente las aventuras de soltera que puedo llegar a tener en otras latitudes!!! Jajaja. Igual esos planes llevan un tiempito, recién estoy empezando a ver las posibilidades.

Es en momentos como éste cuando AGRADEZCO no estar "instalada", ni con hijitos, ni con perro ni con nada... Y ahora estoy entendiendo por qué te dicen que las cosas pasan por algo. Pasan o NO pasan, como en mi caso, por algo. Era por esto que todavía no me enamoré perdidamente ni encontré a quién aferrarme, justamente porque aún me queda tanto por hacer! Y si hubiera alguien en el medio yo sé que no estaría siquiera considerando la idea de empezar mi vida en otro lado o de querer avocarme con más energías a lo profesional. Desde ahora no más distracciones! Nada de estar esperando príncipes (mucho menos al príncipe William, que ya se nos casa, snif...), al menos hasta que llegue a un nuevo destino y pueda sorprenderme con otro tipo de hombre, distinto de los de acá ("guácala"...) jajaja. Yo siempre les digo a mis amigas: Nos tenemos que ir! Aunque sea de vacaciones, pero cuando alguien viaja a algún lado por el solo hecho de ser el extranjero ya sos interesante, ya te empiezan a ver distinto. Esto lo confirmé hace pocos días con un amigo que acá no daba pie con bola y ahora está por ir a instalarse a España. Pasó unos meses allá el año pasado organizando todo, y se consiguió una novia! Yo le conté de mi teoría y se rió como loco, pero es cierta. Si él pudo todas podemos. Yo estoy convencida, me voy y consigo un tipo al toque, ríanse hoy que el tiempo me dará la razón. =)
También me pasó hace unos meses que de repente mis 3 compañeras de trabajo estaban embarazadas al mismo tiempo. Yo soy la menor, pero me llevan apenas 2 o 3 años y ya están todas casadas. Para una ya era su segundo hijo el que esperaba. Y quieras o no ese entorno te hace replantearte cosas y pensar por ejemplo "¿Soy yo la que está fuera de lugar en este cuadro? ¿Debería estar atravesando las mismas etapas que el resto de las mujeres alrededor mío?". Lo pensás, es inevitable. Pero en mi caso me terminé responiendo, sin darle muchas vueltas, que los estándares no están tan definidos y que no todos entramos en el mismo plan. Las posibilidades son infinitas. Yo ya ni sé si me quiero casar, si quiero el perro, los hijos y todo el circo. Soy diferente, me tocó una vida diferente y no debo compararme con mis compañeras que hicieron otras elecciones en la vida. Ojo, me parece bárbaro y yo también hubiera elegido lo mismo en su lugar, sólo que a cada uno el destino se nos presenta de una manera distinta. Yo ahora quiero dedicarme a crecer, a seguirme formando y hacer todas las cosas que tengo ganas y tiempo de hacer.

Concluyendo, estoy feliz. Entusiasmada, joven, rodeada de amigos y gente que me quiere. Y que yo quiero.
Con más sueños, pero más despierta que nunca. Con más años, pero más viva que nunca.

Las adoro y las veo para celebrar prontito!!!


martes, 11 de enero de 2011

Casualidades o qué...?


 Si me podía pasar algo más loco que conocer al italiano, era conocer a dos de sus amigos unos días más tarde en un colectivo...! Fue de lo más insólito. Yo acababa de regresar de una ciudad vecina donde fui a pasar el año nuevo y en la parada de colectivos de la estación vi a un par de extranjeros, de esos que los delata la cara, la mochila y el librito que dice "Argentina" en la mano. Más turista que eso... Jajaja. La cuestión es que noté a uno de ellos (bombonazo, rubio y musculoso, vale aclarar) mirando los cartelitos en la parada, como buscando algo pero totalmente perdido. Yo quería ayudarlo, porque después de mi encuentro con el tano me quedó como una cierta ternura y sensibilidad hacia los viajeros, pero como justo venía mi autobús tuve que pararlo. El extranjero se acercó rápido y me preguntó, en sorprendente buen castellano, si ése iba para el centro. Le dije que sí y subimos, él, su amigo y yo. Al toque los escucho cruzar un par de palabras entre ellos y... Chan! Hablaban italiano!!! Entonces tratando otra vez de sacar a flote lo poco que recordaba les pregunté si eran italianos y obviamente respondieron que sí. Se ponen tan contentos cuando uno les habla un par de palabras en su idioma, son tiernos... Debe ser reconfortante. Bueno, de hecho para mí y mi hermana lo fue cuando en Praga conocimos a alguien que nos habló en castellano en vez de checo, te acordás, sister? Jajaja... Volviendo al tema, les pregunté hacia dónde iban y me nombraron el mismo hostel donde se había quedado mi amigo... Pobre, todavía no le puse un nombre, vamos a llamarlo Franco, OK? Ya me estaba pareciendo mucha coincidencia cuando de repente me cuentan que acababan de llegar de Valparaíso, en Chile, que era el destino más probable de mi tano la última vez que hablamos. Así que no aguanté más y les pregunté: "¿Pero ustedes son amigos de Franco NN...?". Sus ojos se abrieron como pizzas napolitanas y se quedaron estupefactos. "¿¿¿Conoces a Franco???". "Sí, estuvo acá hace unos días...". Me preguntaron cómo me llamaba y al responder se miraron entre ellos, más incrédulos aún, y luego a mí al grito de "Tiana!!! Sí, Franco nos habló de vos, que te conoció en un bar y bla bla bla...". Casi me muero, le había hablado de mí a sus amigos!!! Por poco no me desmayo, era muy bizarro todo. Cómo me voy a topar justo con dos amigos suyos a la misma hora en la misma parada de autobús?  Y ellos no podían creer que la primera persona con la hablaban resultara ser yo. Alguien me explica que son estas coincidencias??? Mis amigas me dicen "las casualidades no existen", "todo pasa por algo"... Sí, pero qué cazzo significa esto? Franco en este momento debe andar entre Perú y Bolivia, por lo que me contó en su último mail... Lo bueno es que aún nos comunicamos, y me escribió que a él también le había encantado conocerme porque en Italia no había chicas con las que pudiera hablar de música y de cultura en general.... Me mató. Piensa lo mismo que yo, entonces no es una ilusión mía, realmente hubo una química especial. Me cuesta creer que él no conozca chicas interesantes, pero al fin y al cabo si a mí me pasa esto acá, por qué no a él. Entonces no somos las únicas que sufrimos, al parecer hay hombres de verdad buscando chicas con un par de neuronas, así que no nos desanimemos, no todo está perdido!
Sé que esto les puede sonar muy loco y probablemente piensan "esta Tiana se piró, ahora va a hablar de flores y pajaritos en vez de desencuentros y desamores...". Pero no, este blog recién comienza, chicas, y queda mucho por contar. Me dejé ilusionar y divagué un poquito porque de vez en cuando también hace falta, no? Esta experiencia me subió algo la autoestima y la fe, ya que en el último tiempo los únicos que me dicen cosas bonitas son mis hermanos, mis amigos gays y el portero del edificio donde voy a la psicóloga... Ahora que lo pienso, ojalá no sea una especie de arreglo turbio que tienen entre ellos para hacerme sentir bien cuando entro o salgo de ahí... mmmmmm. Jajajaja. Naaah, yo creo que él lo hace de tierno o tal vez por las veces que me ha visto salir de allí con los ojos rojos... 
Ah, y el que se animó el otro día fue el verdulero tímido que me encanta, el que les conté hace tiempo, que nunca me hablaba. Cuando terminó de pesarme las cosas puso todo en el canasto y se mandó un "listo, hermosa", Jajaja. Inmediatamente bajó la mirada de nuevo, y yo helada por la sorpresa me di media vuelta rápido y me fui. Tenía razón la que me dijo que lo ignorara a ver cómo reaccionaba... Jaja. Gracias.
Son pequeñas cositas que le cambian la cara al día, que de repente te roban una sonrisa cuando vas caminando sola y te hacen cosquillitas en el alma. Son esos regalitos del destino, casi tan buenos como encontrar plata en el bolsillo de un pantalón viejo... O como escuchar de un completo extraño en un colectivo que a alguien que te marcó mucho vos también le dejaste una marquita  =)

Hasta la próxima!

lunes, 3 de enero de 2011

Arrivederci, caro mio!


Hablando de cosas divertidas que le pueden pasar a una soltera en la ciudad, no saben el regalito que me trajo Papá Noel esta navidad: un italiano! Mamma mía… Qué cosa linda, y no sólo me refiero a la parte física, sino a que el tano era todo un caballero, de los que ya no se ven por acá. Lo conocí el 25 a la noche que fui con unas amigas a un bar. Para empezar hacía mucho que yo no iba a ese bar, así que no sabía que se llenaba de extranjeros, y por otra parte hacía mucho que no llegaba despierta a las 2 AM… El primero que se acercó a mi grupito de amigas fue un australiano y no me acuerdo qué fue lo que dijo, tal vez algo como “feliz navidad”, pero recuerdo que lo saludé en inglés (ya de lejos los delata la cara de extranjeros) y empezamos a hablar. Primera parada: de partida ya vemos la diferencia con los hombres de acá, que como hemos expuesto en otras oportunidades, se quedan mirando desde un rincón con su vasito de fernet en la mano pero no encaran. El australiano, muy sociable más allá de que iba con su novia, nos empezó a traer gente y nos presentaba, que un irlandés, que un holandés, hasta que trajo al italiano... Ahí me derretí y saqué las primeras dos palabras que recordaba de mi corto aprendizaje de su idioma: Buona sera! Se rió y nos pusimos a hablar, por suerte él manejaba bastante el castellano porque con mi italiano primitivo no llegábamos muy lejos. De todos modos, como era un tipo muy culto también hablaba inglés, francés y alemán, así que podía entenderse tranquilamente con cualquiera de los que andaban por ahí esa noche. Trago va, baile viene, nos terminamos besando apasionadamente el resto de la noche...
 Aquí hago la segunda parada para darles un consejo útil para la vida: Ninguna debería morir sin antes haber besado a un italiano. 
Es más, quiero que empecemos a hacer una lista de cosas que una mujer debe hacer antes de morir. Esta va a ser la primera, de ahí en más se aceptan sugerencias, jajaja. 
Al salir del bar me dio su e-mail para que le escribiera así nos volvíamos a ver. Obviamente lo hice y quedamos en salir al día siguiente. Yo le había hablado de una localidad en las afueras que era muy pintoresca y seguro le gustaría conocer, ya que a ese punto él había recorrido casi todo. Allí nos fuimos y después de caminar un rato terminamos cenando en un restaurant mexicano muy lindo, de clima muy íntimo. Fue una de esas citas perfectas que no querés que se termine nunca. Hablamos de todo, de música, de cine, de viajes… Él estaba recorriendo el mundo en una especie de búsqueda introspectiva, y de acá seguía a Chile, Perú, Bolivia, Nueva Zelanda, Indonesia y no me acuerdo qué otros lugares más. Yo estaba embobada, escuchándolo hablar de su vida, del tiempo que pasó viviendo en Alemania, de sus trabajos y su estudio. Sí, chicas, no sólo había estudiado Comunicación, con master incluído, sino que después se dio el gusto de trabajar para una conocida empresa testeando videojuegos! Así ahorró para viajar por el mundo. Tercera parada: Por qué ese tipo de cosas no pasan en nuestro país? Acá podés trabajar años rompiéndote el lomo y difícilmente lográs irte de vacaciones, ya ni hablar de darse la vuelta al mundo durante meses… Yo le expliqué que las cosas aquí eran muy diferentes, y que en cierto modo lo envidiaba por poder hacer esto. A mí hace rato me está picando el bichito de que no pertenezco a esta ciudad, por más que la amo, pero siento que el mundo me está llamando. Conocer a este muchacho más allá de lo lindo de la experiencia en sí me ha dejado reflexionando mucho… No descartaría que en un añito o algo así termine viviendo en la otra punta del planeta, es algo que siento muy en lo profundo, y no quiero arrepentirme en el futuro de no haberlo hecho cuando pude, al fin y al cabo algún provecho hay que sacarle a esto de ser soltera, sin hijos ni compromisos.
Continuando con la cita, fue muy gratificante conocer a alguien que comparte muchos de tus gustos e intereses, que además sea lindo, educado y divertido. Y que sepa cocinar… Me dio vergüenza cuando me preguntó qué platos sabía hacer yo, él seguro que la tiene mucho más clara en ese aspecto. Cómo no me di cuenta antes? Debí haberlo convencido de que se quedara al menos un día más con la excusa de invitarlo a cocinar y que me enseñara a hacer una buena salsa… Su cronograma era flexible, de hecho ni siquiera tenía claro a dónde se iría al día siguiente, pero como ya había dicho que se iba yo ni pensé en proponerle que se quedara. Estuve lenta!!! Es más, si hubiera sido más astuta aún me podría haber ofrecido a acompañarlo a pasar el fin de semana de año nuevo a donde quiera que fuera. Qué lenta estuve…! Estas oportunidades no se dan muy a menudo. Ojalá no sea la última.
La noche no termina aún, porque cuando estábamos regresando hacia el hostel donde se quedaba recordé que un amigo mío celebraba su cumpleaños en el mismo bar donde nos habíamos conocido, así que lo invité a que pasáramos un rato a saludar y él, muy dispuesto, accedió. Al llegar nos encontramos con otro de mis amigos que habla italiano, así que empezaron a charlar y luego se sumaron otros a preguntarle sobre fútbol (como venía de Milán era del “Milan”, obvio), y yo observaba la escena completamente obnubilada por su sociabilidad y simpatía. Ni les cuento cómo me ponía cuando lo escuchaba hablar en italiano… Me dieron ganas de retomar mis estudios para seguir aprendiendo este idioma tan bello. En fin, como verán, me movilizó bastante el fugaz encuentro con este ragazzo, hasta me dieron ganas de acercarme más a mis raíces, ya que tengo antepasados italianos (y la ciudadanía, ya que estamos). Lo mejor de todo es que tenía planeado un viaje a Italia en aproximadamente un año y medio, así que hablamos de encontrarnos allí cuando vaya. Sí, ya sé que falta mucho, pero me quedó pendiente conocerlo más y daría cualquier cosa por verlo de nuevo. No todos los días conocés a alguien que te impresiona tanto. Y como si todo esto que les cuento fuera poco se me ocurrió preguntarle si tocaba algún instrumento. Adivinen... ¿qué me pudo haber contestado? La guitarra, chicas, mi debilidad!!! Había tenido un par de bandas y todo. Yo  ya empecé a mirar alrededor buscando las cámaras porque esto parecía una joda. Y después cuando le conté de todas las cosas que yo hacía, me dijo “ah, pero vos sos la mujer ideal para casarse”. AAAAAAHHHHHH!! Casi me muero cuando me dijo esto… Atiné a responder: “gracias por notarlo! Jajaja. Los argentinos no lo ven así, prefieren mujeres tontas a las que puedan dominar. No saben qué hacer frente a una mujer de verdad...” y todas esas cosas que hemos hablado en este blog. Y claro, es que frente a hombres como él, mujeres como nosotras se equiparan bastante, no se distingue ese desequilibrio que yo siento con los locales. Me dijo que a él tampoco le gustan las italianas, por lo que entendí parece que son muy selectivas y poco abiertas de mente. Según él las argentinas vamos más al frente, pero no creo que esto lo dijera por mí, ya que soy bastante tímida, jaja. En cualquier caso, era uno de esos hombres para no dejar pasar, lástima que tenía que partir pronto. Cuarta parada: Yo no estaba loca, existen hombres con todas las cualidades que me gustan, sólo que del otro lado del charco!
Qué broma cruel del destino… Es como que le pongan un caramelo enfrente a un niño y después no se lo quieran dar! Cada vez estoy más convencida de que por estos lados no voy a encontrar a mi príncipe azul, porque el tipo de hombre que tengo en mente pertenece a otra cultura. No digo que todos los europeos vayan a ser iguales, ni que todos los argentinos entren en la misma bolsa, pero como hemos comprobado hasta el cansancio acá los buenos ya están ocupados! No sé, me ha dejado pensando mucho esta situación… Escribo estas líneas mientras escucho la música italiana que mi amigo me recomendó. Aquí hace mucho que nadie me habla de algo nuevo, fuera de lo común. Yo también me di el gusto de recomendarle algo de la música que me gusta y que con pocas personas he podido compartir. Me encantó sentir que a él pudiera parecerle interesante lo que yo tuviera para decir, además de sentirme atractiva de nuevo y poder sacar a relucir muchas cosas mías que habían ido quedando tapadas con el tiempo. Tal vez era eso lo que estaba necesitando, y me quiero quedar con esta sensación. Con esta esperanza renovada y los ojos puestos en el futuro y en no quedarme quieta ni conformarme.
En definitiva, hay un mundo mejor, sólo que está un poco lejos...