lunes, 3 de enero de 2011

Arrivederci, caro mio!


Hablando de cosas divertidas que le pueden pasar a una soltera en la ciudad, no saben el regalito que me trajo Papá Noel esta navidad: un italiano! Mamma mía… Qué cosa linda, y no sólo me refiero a la parte física, sino a que el tano era todo un caballero, de los que ya no se ven por acá. Lo conocí el 25 a la noche que fui con unas amigas a un bar. Para empezar hacía mucho que yo no iba a ese bar, así que no sabía que se llenaba de extranjeros, y por otra parte hacía mucho que no llegaba despierta a las 2 AM… El primero que se acercó a mi grupito de amigas fue un australiano y no me acuerdo qué fue lo que dijo, tal vez algo como “feliz navidad”, pero recuerdo que lo saludé en inglés (ya de lejos los delata la cara de extranjeros) y empezamos a hablar. Primera parada: de partida ya vemos la diferencia con los hombres de acá, que como hemos expuesto en otras oportunidades, se quedan mirando desde un rincón con su vasito de fernet en la mano pero no encaran. El australiano, muy sociable más allá de que iba con su novia, nos empezó a traer gente y nos presentaba, que un irlandés, que un holandés, hasta que trajo al italiano... Ahí me derretí y saqué las primeras dos palabras que recordaba de mi corto aprendizaje de su idioma: Buona sera! Se rió y nos pusimos a hablar, por suerte él manejaba bastante el castellano porque con mi italiano primitivo no llegábamos muy lejos. De todos modos, como era un tipo muy culto también hablaba inglés, francés y alemán, así que podía entenderse tranquilamente con cualquiera de los que andaban por ahí esa noche. Trago va, baile viene, nos terminamos besando apasionadamente el resto de la noche...
 Aquí hago la segunda parada para darles un consejo útil para la vida: Ninguna debería morir sin antes haber besado a un italiano. 
Es más, quiero que empecemos a hacer una lista de cosas que una mujer debe hacer antes de morir. Esta va a ser la primera, de ahí en más se aceptan sugerencias, jajaja. 
Al salir del bar me dio su e-mail para que le escribiera así nos volvíamos a ver. Obviamente lo hice y quedamos en salir al día siguiente. Yo le había hablado de una localidad en las afueras que era muy pintoresca y seguro le gustaría conocer, ya que a ese punto él había recorrido casi todo. Allí nos fuimos y después de caminar un rato terminamos cenando en un restaurant mexicano muy lindo, de clima muy íntimo. Fue una de esas citas perfectas que no querés que se termine nunca. Hablamos de todo, de música, de cine, de viajes… Él estaba recorriendo el mundo en una especie de búsqueda introspectiva, y de acá seguía a Chile, Perú, Bolivia, Nueva Zelanda, Indonesia y no me acuerdo qué otros lugares más. Yo estaba embobada, escuchándolo hablar de su vida, del tiempo que pasó viviendo en Alemania, de sus trabajos y su estudio. Sí, chicas, no sólo había estudiado Comunicación, con master incluído, sino que después se dio el gusto de trabajar para una conocida empresa testeando videojuegos! Así ahorró para viajar por el mundo. Tercera parada: Por qué ese tipo de cosas no pasan en nuestro país? Acá podés trabajar años rompiéndote el lomo y difícilmente lográs irte de vacaciones, ya ni hablar de darse la vuelta al mundo durante meses… Yo le expliqué que las cosas aquí eran muy diferentes, y que en cierto modo lo envidiaba por poder hacer esto. A mí hace rato me está picando el bichito de que no pertenezco a esta ciudad, por más que la amo, pero siento que el mundo me está llamando. Conocer a este muchacho más allá de lo lindo de la experiencia en sí me ha dejado reflexionando mucho… No descartaría que en un añito o algo así termine viviendo en la otra punta del planeta, es algo que siento muy en lo profundo, y no quiero arrepentirme en el futuro de no haberlo hecho cuando pude, al fin y al cabo algún provecho hay que sacarle a esto de ser soltera, sin hijos ni compromisos.
Continuando con la cita, fue muy gratificante conocer a alguien que comparte muchos de tus gustos e intereses, que además sea lindo, educado y divertido. Y que sepa cocinar… Me dio vergüenza cuando me preguntó qué platos sabía hacer yo, él seguro que la tiene mucho más clara en ese aspecto. Cómo no me di cuenta antes? Debí haberlo convencido de que se quedara al menos un día más con la excusa de invitarlo a cocinar y que me enseñara a hacer una buena salsa… Su cronograma era flexible, de hecho ni siquiera tenía claro a dónde se iría al día siguiente, pero como ya había dicho que se iba yo ni pensé en proponerle que se quedara. Estuve lenta!!! Es más, si hubiera sido más astuta aún me podría haber ofrecido a acompañarlo a pasar el fin de semana de año nuevo a donde quiera que fuera. Qué lenta estuve…! Estas oportunidades no se dan muy a menudo. Ojalá no sea la última.
La noche no termina aún, porque cuando estábamos regresando hacia el hostel donde se quedaba recordé que un amigo mío celebraba su cumpleaños en el mismo bar donde nos habíamos conocido, así que lo invité a que pasáramos un rato a saludar y él, muy dispuesto, accedió. Al llegar nos encontramos con otro de mis amigos que habla italiano, así que empezaron a charlar y luego se sumaron otros a preguntarle sobre fútbol (como venía de Milán era del “Milan”, obvio), y yo observaba la escena completamente obnubilada por su sociabilidad y simpatía. Ni les cuento cómo me ponía cuando lo escuchaba hablar en italiano… Me dieron ganas de retomar mis estudios para seguir aprendiendo este idioma tan bello. En fin, como verán, me movilizó bastante el fugaz encuentro con este ragazzo, hasta me dieron ganas de acercarme más a mis raíces, ya que tengo antepasados italianos (y la ciudadanía, ya que estamos). Lo mejor de todo es que tenía planeado un viaje a Italia en aproximadamente un año y medio, así que hablamos de encontrarnos allí cuando vaya. Sí, ya sé que falta mucho, pero me quedó pendiente conocerlo más y daría cualquier cosa por verlo de nuevo. No todos los días conocés a alguien que te impresiona tanto. Y como si todo esto que les cuento fuera poco se me ocurrió preguntarle si tocaba algún instrumento. Adivinen... ¿qué me pudo haber contestado? La guitarra, chicas, mi debilidad!!! Había tenido un par de bandas y todo. Yo  ya empecé a mirar alrededor buscando las cámaras porque esto parecía una joda. Y después cuando le conté de todas las cosas que yo hacía, me dijo “ah, pero vos sos la mujer ideal para casarse”. AAAAAAHHHHHH!! Casi me muero cuando me dijo esto… Atiné a responder: “gracias por notarlo! Jajaja. Los argentinos no lo ven así, prefieren mujeres tontas a las que puedan dominar. No saben qué hacer frente a una mujer de verdad...” y todas esas cosas que hemos hablado en este blog. Y claro, es que frente a hombres como él, mujeres como nosotras se equiparan bastante, no se distingue ese desequilibrio que yo siento con los locales. Me dijo que a él tampoco le gustan las italianas, por lo que entendí parece que son muy selectivas y poco abiertas de mente. Según él las argentinas vamos más al frente, pero no creo que esto lo dijera por mí, ya que soy bastante tímida, jaja. En cualquier caso, era uno de esos hombres para no dejar pasar, lástima que tenía que partir pronto. Cuarta parada: Yo no estaba loca, existen hombres con todas las cualidades que me gustan, sólo que del otro lado del charco!
Qué broma cruel del destino… Es como que le pongan un caramelo enfrente a un niño y después no se lo quieran dar! Cada vez estoy más convencida de que por estos lados no voy a encontrar a mi príncipe azul, porque el tipo de hombre que tengo en mente pertenece a otra cultura. No digo que todos los europeos vayan a ser iguales, ni que todos los argentinos entren en la misma bolsa, pero como hemos comprobado hasta el cansancio acá los buenos ya están ocupados! No sé, me ha dejado pensando mucho esta situación… Escribo estas líneas mientras escucho la música italiana que mi amigo me recomendó. Aquí hace mucho que nadie me habla de algo nuevo, fuera de lo común. Yo también me di el gusto de recomendarle algo de la música que me gusta y que con pocas personas he podido compartir. Me encantó sentir que a él pudiera parecerle interesante lo que yo tuviera para decir, además de sentirme atractiva de nuevo y poder sacar a relucir muchas cosas mías que habían ido quedando tapadas con el tiempo. Tal vez era eso lo que estaba necesitando, y me quiero quedar con esta sensación. Con esta esperanza renovada y los ojos puestos en el futuro y en no quedarme quieta ni conformarme.
En definitiva, hay un mundo mejor, sólo que está un poco lejos...

4 comentarios:

  1. Tiana queriiiida!!! cómo viniste este nuevo año!!!
    FELICIDADES A TODAS... vamos a ponerle la misma esperanza que nuestra amiga y a ver si despabilamos los sueños.
    No tengo idea de italiano pero parece q la sugerencia Nº1 de Tiana la voy a seguir jajajaja
    gracias chiquitita... por este blog y por todo lo demás... vos sabés!
    un beso

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  2. ahhhh! L'amore per l'italiano!!!!! ya te imagino caminando por Roma, de la mano del sensuale e misteriosa italiano.
    Muy bien, la vida de soltera tiene estos regalitos.

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  3. me encantooooeoooooooooo!!! lo disfrute tanto ocmo la vez q me lo contast en persona!!!! ojala sigas adelant con esta hermosa historia e maor y que llegue a un final felizzzz!!!!! =)

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  4. 2 cosas... Primero, coincido plenamente que hay que sacarle el jugo a la soltería viajando y haciendo cosas que despues en pareja se complican...
    Segundo, cuando contaste eso de que "sos la mujer ideal para casarse..." me acorde un chat que tuve con un viejo amigo muy sabio (no disponible, aclaro: es cura); yo le ponía la queja -¿Porqué ahuyento a los hombres? Si soy buena, ubicada, sé cocinar, lavar y planchar, etc.... ¡Soy la esposa perfecta!-
    - Por eso amiga, justamente por eso...

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