“La paciencia es un arte” dicen por ahí. Si me dieran un dólar por cada una de las obras de arte que han pasado frente a mis ojos ya estaría tirada en una playa del caribe... Pero se ve que es un arte de esos abstractos, de los que pocos entienden, no? Tipo Van Gogh, que en su época nadie lo comprendió, pero después fue valorado con creces. Ojalá pase así con nosotras...
Digo, qué pacientes somos las mujeres! Demasiado, me estoy dando cuenta. Por dónde empezar… Ejemplos hay miles, pero a ver, hay varias cosas de mí que todavía no conté y creo que ya es hora de ir sacando a la luz como para poder avanzar y dejar atrás.

Después vino Tomás, a quien también conocí en uno de sus peores momentos. Recién separado de la mujer con la que estuvo toda la vida y con quien tuvo un hijo como a los 20. El hijo era el menor de los problemas, de hecho ni siquiera era un problema. El tema era él, que no estaba preparado para una nueva relación. Así fue como me banqué salir medio a escondidas al principio porque le daba cosa que lo vieran, sobre todo sus compañeros de trabajo, ya que daba clases en un colegio católico y pensó que lo iban a juzgar. Claro, recién separado y ya con otra mina… Qué horror! De a poco fui conociendo a algunos de sus amigos y meses después a la familia. Y miren que si hay algo que odio en la vida es que me hagan esconder. Si yo no hice nada malo! De qué me tenía que esconder? (todavía estoy tratando estos traumas en la terapia…) Como si no fuera suficiente mujer para formar parte de su vida y su entorno! Mi primer y más grande error fue darle cabida a estas cosas. No debí permitirlas en lo más mínimo! Pero bueno, yo también estaba tratando de ser abierta ya que un par de años atrás ni hubiera soñado salir con un separado, y pensé que esta era una actitud muy madura de mi parte y que tendría que saber lidiar con las complicaciones. Por más que Tomás de a poco se fue abriendo y me dejó compartir su vida y sus amistades hubo algo que nunca pude compartir: a su hijo. Más de un año y medio de relación y nunca le dijo quién era yo. Sí, lo vi mil veces y hasta salíamos juntos, pero siempre me hizo actuar como “su amiga”. El nene tampoco era boludo, ya estaba grandecito, y por más que Tomás me decía que seguro ya se iba a dar cuenta solo, me hubiera gustado que fuéramos claros con él. No era una decisión que yo pudiera tomar por mi cuenta, así que esperé… Y esperé. Hasta que no pude más y ante la dura realidad comprendí que si no lo había hecho hasta ahora era porque esperaba nunca tener que hacerlo. Todavía no iniciaba siquiera el trámite del divorcio! Me quieren decir qué %&/=$? hice tanto tiempo al lado de él??? Amarlo, lamentablemente amarlo. El amor es la única explicación para que las mujeres actuemos como reverendas estúpidas y esperemos cosas que nunca van a pasar. Cómo nos cuesta darnos cuenta!!! Cuántas veces estiramos inútilmente nuestra capacidad de comprensión pensando que el otro lo va a reconocer y valorar? Pero no, se acostumbran a que nosotras nos adaptamos a la situación y que si pudimos aguantar así un mes, por qué no un año o toda la vida?
Acá es donde tenemos que ser más astutas. Ponernos firmes desde un principio y marcar lo que estamos dispuestas a tolerar y lo que no. Es difícil, ni me lo digan, pero intentemos el ejercicio. Como les digo, cedés una vez y ya piensan que vas a encontrar la manera de acomodarte siempre. Lo peor es que lo hacemos, tanto porque somos capaces como por nuestra innata tendencia a buscar ser amadas, a veces a cualquier costo. Esto es lo que no está bien, señoras. No a cualquier precio! Hagámonos valer, que nuestro tiempo y energía vale, y mucho! Cuando pienso en la tarde que dejé todo lo que tenía que hacer por ir a buscar a la escuela al hijo de Tomás que estaba con fiebre me siento una pelotuda… Claro, él estaba muy ocupado y yo era la mujer maravilla, la que podía con todo con tal que él no tuviera que molestar a la madre con algo así. Total yo le había dicho “contá conmigo para lo que sea”… Nunca más, qué les puedo decir. Todo con la ilusión de que un día le cayera la ficha de que tenía que divorciarse para poder empezar una vida conmigo, para que viera la entrega que yo tenía para con él y su hijo, y ni así… Ojo, no era ni siquiera porque yo me quisiera casar, pero me parece que divorciarse era lo más lógico, sobre todo cuando te juran y re-juran que no quieren saber nada más con la ex. Creo que es lo que corresponde a una persona madura cerrar sus etapas del pasado para poder pensar en un futuro o un presente. Estaba pidiendo mucho? Porque yo no lo creo… De hecho al trámite finalmente lo empezó… el día después que cortamos!!! Pueden creer??? El colmo de los colmos…

Y no puedo dejar de hacer mención a algunos de nuestros premios Nobel a la paciencia, como Euge, master en segundas (y hasta décimas) oportunidades, o Paula, que después de esperar 6 meses a su novio que estaba estudiando en Europa (¿se acuerdan?) se encontró con que el señor volvió confundido y ya no sabía bien qué quería de su vida, etc, etc, toda una crisis existencial que por supuesto incluía a su pareja. Pero quedate en España, gil!!! Eso no se le hace a una mujer... Hubieras avisado antes, así ella se iba buscando otro y no se molestaba en ir a la peluquería cuando llegaste, entre otras cosas! Pero fuerza, Paulita, estamos con vos, sobre todo para sacarte de borrachera y joda loca mientras nos dé el cuerpito (o más... jaja).
En fin, creo que lo que hay que aprender es a distinguir cuándo y cuánto vale la pena entender y esperar, que en algunos casos y en ciertos grados se justifica. No digo que no haya que ser flexibles y comprensivas, porque eso es parte de la vida de pareja, pero que no nos tomen por boludas! Y sobre todo saber darnos cuenta de aquellos que sólo están jugando con nuestro tiempo, nuestra paciencia y nuestra juventud, que son recursos hoy en día poco renovables.
La seguimos prontito!