martes, 17 de mayo de 2011

Divina paciencia


“La paciencia es un arte” dicen por ahí. Si me dieran un dólar por cada una de las obras de arte que han pasado frente a mis ojos ya estaría tirada en una playa del caribe... Pero se ve que es un arte de esos abstractos, de los que pocos entienden, no? Tipo Van Gogh, que en su época nadie lo comprendió, pero después fue valorado con creces. Ojalá pase así con nosotras...
Digo, qué pacientes somos las mujeres! Demasiado, me estoy dando cuenta. Por dónde empezar… Ejemplos hay miles, pero a ver, hay varias cosas de mí que todavía no conté y creo que ya es hora de ir sacando a la luz como para poder avanzar y dejar atrás.
El asunto creo que empezó con mi primer novio, Ignacio, que estudiaba arquitectura. Quien haya conocido a algún estudiante de arquitectura sabrá que es algo común para ellos pasarse noches enteras trabajando en alguna maqueta, plano o dibujito. Y ni hablar de las horas diurnas interminables dedicadas a eso también. No es fácil salir con uno de éstos, sobre todo cuando son tan dedicados como el que me tocó a mí. Y bueno, lo felicito porque gracias a ello hoy está donde está, me parece fantástico. Lo que sí, cuando me tocó quedarme una de esas largas noches ayudándolo le dije “el día que te recibas me vas a tener que agradecer, una parte de ese título es mío… Jaja”. Y sí, se acordó y me agradeció, por mail, porque a esa altura ya tenía una novia nueva. Una que disfrutó de él hecho todo un profesional y sin tener que pasarse semanas en vela ni estresado por las críticas que recibirían sus trabajos… En fin, yo tuve que bancarme sus peores momentos para que después de tres años me dejara por otra que acababa de conocer. Que me disculpe, pero no me la imagino ensuciándose las manos con pintura con el solo deseo de ver a su amado feliz y tratando de ganarle unos minutitos de sueño para que llegara vivo al día siguiente. Digan lo que quieran, pero a mí no me parece justo =(

Después vino Tomás, a quien también conocí en uno de sus peores momentos. Recién separado de la mujer con la que estuvo toda la vida y con quien tuvo un hijo como a los 20. El hijo era el menor de los problemas, de hecho ni siquiera era un problema. El tema era él, que no estaba preparado para una nueva relación. Así fue como me banqué salir medio a escondidas al principio porque le daba cosa que lo vieran, sobre todo sus compañeros de trabajo, ya que daba clases en un colegio católico y pensó que lo iban a juzgar. Claro, recién separado y ya con otra mina… Qué horror! De a poco fui conociendo a algunos de sus amigos y meses después a la familia. Y miren que si hay algo que odio en la vida es que me hagan esconder. Si yo no hice nada malo! De qué me tenía que esconder? (todavía estoy tratando estos traumas en la terapia…) Como si no fuera suficiente mujer para formar parte de su vida y su entorno! Mi primer y más grande error fue darle cabida a estas cosas. No debí permitirlas en lo más mínimo! Pero bueno, yo también estaba tratando de ser abierta ya que un par de años atrás ni hubiera soñado salir con un separado, y pensé que esta era una actitud  muy madura de mi parte y que tendría que saber lidiar con las complicaciones. Por más que Tomás de a poco se fue abriendo y me dejó compartir su vida y sus amistades hubo algo que nunca pude compartir: a su hijo. Más de un año y medio de relación y nunca le dijo quién era yo. Sí, lo vi mil veces y hasta salíamos juntos, pero siempre me hizo actuar como “su amiga”. El nene tampoco era boludo, ya estaba grandecito, y por más que Tomás me decía que seguro ya se iba a dar cuenta solo, me hubiera gustado que fuéramos claros con él. No era una decisión que yo pudiera tomar por mi cuenta, así que esperé… Y esperé. Hasta que no pude más y ante la dura realidad comprendí que si no lo había hecho hasta ahora era porque esperaba nunca tener que hacerlo. Todavía no iniciaba siquiera el trámite del divorcio! Me quieren decir qué %&/=$? hice tanto tiempo al lado de él??? Amarlo, lamentablemente amarlo. El amor es la única explicación para que las mujeres actuemos como reverendas estúpidas y esperemos cosas que nunca van a pasar. Cómo nos cuesta darnos cuenta!!! Cuántas veces estiramos inútilmente nuestra capacidad de comprensión pensando que el otro lo va a reconocer y valorar? Pero no, se acostumbran a que nosotras nos adaptamos a la situación y que si pudimos aguantar así un mes, por qué no un año o toda la vida?

Acá es donde tenemos que ser más astutas. Ponernos firmes desde un principio y marcar lo que estamos dispuestas a tolerar y lo que no. Es difícil, ni me lo digan, pero intentemos el ejercicio. Como les digo, cedés una vez y ya piensan que vas a encontrar la manera de acomodarte siempre. Lo peor es que lo hacemos, tanto porque somos capaces como por nuestra innata tendencia a buscar ser amadas, a veces a cualquier costo. Esto es lo que no está bien, señoras. No a cualquier precio! Hagámonos valer, que nuestro tiempo y energía vale, y mucho! Cuando pienso en la tarde que dejé todo lo que tenía que hacer por ir a buscar a la escuela al hijo de Tomás que estaba con fiebre me siento una pelotuda… Claro, él estaba muy ocupado y yo era la mujer maravilla, la que podía con todo con tal que él no tuviera que molestar a la madre con algo así. Total yo le había dicho “contá conmigo para lo que sea”… Nunca más, qué les puedo decir. Todo con la ilusión de que un día le cayera la ficha de que tenía que divorciarse para poder empezar una vida conmigo, para que viera la entrega que yo tenía para con él y su hijo, y ni así… Ojo, no era ni siquiera porque yo me quisiera casar, pero me parece que divorciarse era lo más lógico, sobre todo cuando te juran y re-juran que no quieren saber nada más con la ex. Creo que es lo que corresponde a una persona madura cerrar sus etapas del pasado para poder pensar en un futuro o un presente. Estaba pidiendo mucho? Porque yo no lo creo… De hecho al trámite finalmente lo empezó… el día después que cortamos!!! Pueden creer??? El colmo de los colmos…
Parece un chiste, pero claro ahora tiene una novia nueva que va a disfrutar no sólo de él divorciado y, quiero creer, con varias lecciones aprendidas (porque aunque no parezca lo que una machaca y machaca en algún lado queda), sino encima del auto nuevo que le salió en licitación justo también cuando terminamos!!! Después de que yo tuve que ir a pata a todos lados con él. Si esto no es injusticia que me pise un tren…


Y no puedo dejar de hacer mención a algunos de nuestros premios Nobel a la paciencia, como Euge, master en segundas (y hasta décimas) oportunidades, o Paula, que después de esperar 6 meses a su novio que estaba estudiando en Europa (¿se acuerdan?) se encontró con que el señor volvió confundido y ya no sabía bien qué quería de su vida, etc, etc, toda una crisis existencial que por supuesto incluía a su pareja. Pero quedate en España, gil!!! Eso no se le hace a una mujer... Hubieras avisado antes, así ella se iba buscando otro y no se molestaba en ir a la peluquería cuando llegaste, entre otras cosas! Pero fuerza, Paulita, estamos con vos, sobre todo para sacarte de borrachera y joda loca mientras nos dé el cuerpito (o más... jaja).

En fin, creo que lo que hay que aprender es a distinguir cuándo y cuánto vale la pena entender y esperar, que en algunos casos y en ciertos grados se justifica. No digo que no haya que ser flexibles y comprensivas, porque eso es parte de la vida de pareja, pero que no nos tomen por boludas! Y sobre todo saber darnos cuenta de aquellos que sólo están jugando con nuestro tiempo, nuestra paciencia y nuestra juventud, que son recursos hoy en día poco renovables.
La seguimos prontito!

martes, 26 de abril de 2011

Amor sobre ruedas


Sí, ya sé que me ausenté bastante tiempo... Perdonen! Estuve pasando por una etapa complicada, de la cual tal vez un día les pueda contar. Pero por ahora vamos a charlar de cosas más divertidas, cosas insólitas de esas que tanto nos gustan. Como por ejemplo lo que le pasó a Eugenia, Marianela y Camelia en estas últimas semanas:
Nuestra querida Eugenia, un cálido día de verano se encontraba cuidando la casa de un amigo que estaba de vacaciones hasta que llegado el momento de volver a su casa se encontró con que dentro del remis que había llamado la esperaba una sorpresita: Alejandro, el remisero del amor...

Es muy loco pegar onda con el chofer, a mí al menos no me pasado nunca. Mucha charla y risas terminó en un intercambio de números de teléfono y así fue que estos dos tórtolos se volvieron a encontrar. El tema con este muchacho es que es un poco reservado y como se han visto en pocas ocasiones Euge todavía no tuvo oportunidad de preguntar mucho. Todo tipo de teorías se han tejido alrededor de él, que si será casado porque tiene un hijo chiquito, aunque dijo que era separado y tiene otros hijos más grandes, que si vive solo o con la mamá o la tía... En fin. Ojalá algún día, amiga, puedas tener una charla de frente con él y que te explique mejor el panorama. Por ahora, disfrutá de esos encuentros furtivos y apasionados, que como dice el dicho mientras llega el hombre correcto hay que divertirse con los incorrectos, jaja. Y quién te dice, tal vez éste termine siendo bastante correcto.

Lo de Marianela se remonta a varios meses atrás, aunque ella no sabía que estaba siendo observada tan de cerca... Chan chan chan. No, no se asusten, me refiero a que un buen día así de impreviso Rubén se animó, y después de varios viajes compartidos le confesó a Marianela que cada vez que llamaban desde la calle Tacuarí él sabía que se trataba de ella, entonces raudamente trataba de tomar el viaje para verla. Ella también le había prestado atención a él, que le resultaba interesante y atractivo, pero no sabía que este muchacho la tenía tan en cuenta. Un día, por ejemplo, le dijo que lo que más le gustaba de ella era que siempre iba bien arreglada. Ojo al piojo! No nos olvidemos que cuando menos lo esperamos alguien nos puede estar fichando, así que siempre listas, chicas!  Y ya cuando nuestra amiga le dio su número comenzaron a intercambiar mensajes muy tiernos, del tipo "te bajaste del coche pero quedó tu perfume..." y otros un poco más hot que acá no vamos a divulgar... Jajaja. Fuego y pasión, sobre ruedas... A ver si averiguo el número de la remisería donde trabajan estos dos así lo publicamos para todas! Jaja
Quién hubiera dicho que frente a ese asiento delantero se escondían un par de cuerpos atléticos, fogosos y románticos... Mmmm, interesante.
Haciendo memoria la única vez que estuve cerca de algo así fue un día que iba muy charlando con el taxista, que era joven y fachero, de esos que rara vez te tocan, y ya me parecía que empezaba a tirar onda cuando de repente frenamos en el departameto de mi novio de entonces al que estábamos yendo a buscar y él no sabía, porque yo simplemente le dije la dirección. La cara que puso cuando el otro se subió y me dio un beso me la perdí, pero que se quedó helado y no dijo una palabra más, eso se los puedo asegurar... Jajaja. Pobre, se le cortó toda la onda en dos segundos.

Otra historia sobre ruedas tuvo como protagonista a Camelia, que una noche volviendo a casa de una fiesta notó que un auto la seguía y al alcanzarla en un semáforo el chico que manejaba le hizo señas para que bajara el vidrio. Había quedado impactado por su belleza y a toda costa la quería conocer. Al principio ella pensó lo mismo que todas: "este es un psicópata..." Pero su ternura y simpatía pudieron más y se llevó como trofeo el número de nuestra amiga. Un par de citas más tarde demostró que era un tipo normal y se fue ganando su confianza. Además después resultó que era alguien que yo conocía desde chiquito, así que sabemos que hasta ahora no tiene antecedentes oscuros. Me encantaría que siga adelante esta historia porque es una manera genial de contarle a los nietos cómo se conocieron, jeje. Hace mucho que no escuchaba algo así de romántico, de película, qué quieren que les diga....

Bueno, lo que nos tiene que quedar de enseñanza de todo esto es que el amor, o lo que sea que se le parezca, nos puede encontrar en cualquier esquina sin previo aviso, así que no desesperéis y estad siempre en actitud abierta, niñas mías. Y sobre todo, dejemonos seducir, que es tan lindo que de vez en cuando alguien te haga sentir una femme fatal con una guiñadita desde el espejo retrovisor...
Hasta la próxima!

miércoles, 23 de febrero de 2011

Segundas oportunidades II (el refrito)

Amigas, les presento a Félix: 30 años, profesional exitoso, atractivo, soltero, sin hijos, deportista y como broche de oro... guitarrista. Ya sé que el nombre puede sonar anticuado, pero se lo puse en honor al vino que nos tomamos el día de nuestro reencuentro ¿Y eso cómo fue? Empecemos por el principio...
Corría fines del año 2007 y una noche de parranda su humilde servidora conoció a este personaje. Pero no fue la clásica conquista de boliche, sino una de esas en que la chica no le da bola al chico y él más insiste, vieron? Parece que lo de hacerse la estrella funciona nomás, porque ese día yo había ido con un grupo de amigos y me estaba divirtiendo como loca, no estaba en plan de conquista ni ahí. Entonces se acercó Félix y me pidió bailar conmigo. Yo le tengo que haber dicho que no como 3 veces, pero él seguía intentando. Hasta que accedí a bailar con él una canción, sólo una. Resultó que no sólo bailaba muy bien sino que además era muy simpático. La pasé bárbaro con él, pero yo justo estaba atravesando una etapa de "no-doy-mi-número-de-teléfono" así que se lo negué cuando me lo pidió. Es que estaba harta de darle mi número en el boliche a tipos que después nunca me llamaban! Como siguió insistiendo terminé dándole mi mail. Se lo dije así al aire, y nunca pensé que lo recordaría y mucho menos que escribiría, pero me tapó la boca un par de días después cuando apareció un mail suyo en mi correo. Chan! No lo podía creer... Fue uno de los gestos más lindos que tuvo un chico conmigo (otro día les cuento el más lindo ). Y así fue que empezamos a contactarnos, yo ahí creo que ya le dí mi número porque se lo había ganado. Fue todo bastante amistoso, con charlas eternas (él habla que da calambre, no para nunca) y recuerdo que solíamos chatear también. En fin, resultó ser un tipo de lo más interesante, pero llegamos a vernos creo que no más de tres veces.
La cosa quedó en la nada, hasta hace un par de semanas cuando nos reencontramos a través de facebook. "Cómo andás?! Qué fue de tu vida? Etc, etc...". Todo eso derivó en "juntémonos a tomar una cerveza y nos ponemos al día". Perfecto, todo arreglado para el martes siguiente, sólo que la cerveza se transformó en vino, como les contaba al principio. Y la charla fue increíble. Félix estaba mucho mejor de lo que yo recordaba. No sé bien por qué pero me había quedado la idea de que estaba medio pirado cuando lo conocí, de hecho recuerdo que era bastante obsesivo con su trabajo. Pero ahora, tres años más tarde, se lo veía mucho más centrado, más maduro. Y sí, los dos habíamos crecido. Él también me dijo que me veía más linda, más mujer... Eso me encantó. Me sentí tan cómoda con él como no me había sentido nunca con nadie, de verdad. Es de esas personas con las que entrás en confianza rápidamente, que te permiten relajarte y te hacen sentir que podés hablar de cualquier cosa y simplemente ser vos mismo. Eso fue lo mejor, sentir que podía ser yo misma con él. Y eso de "ser una misma" era algo que justo un día antes habíamos estado charlando con Laurita, así que para mí fue una doble sorpresa descubrirme en esa situación con este chico. Terminó la cita y me dejó en mi casa sin ningún intento de nada, todo un caballero. Pero yo dije "la próxima lo beso", mínimo. Jajaja. Me había encantado.
Se acercó el finde siguiente y me llegó un mensajito diciendo que como premio en su trabajo se había ganado un champagne. "Lo tomamos en tu depto o en el mío?"... Y acá es donde me mató, porque después del aprendizaje de Sebastián yo habia estado todo el día repitiendome "no lo tengo que meter en mi casa, cualquier cosa menos venir a casa...". Y me cagó (si me permiten la expresión), porque no supe decirle que no ante esa propuesta, y entre su casa y la mí prefería estar en terreno conocido. Además hace tres años él ya había entrado a mi depto, entonces ahora no daba decirle que no. Así que aflojé, pero no hubo drama, porque nada que ver con aquel otro flaco, éste era mucho más ubicado. Bueno, excepto que... Después de mucho champagne, charlas y risas se vinieron los besos y demás aprietes. Yo como toda una lady no me pensaba zarpar esa misma noche, aunque confieso que le tenía unas ganas terribles. El tema fue que charla va charla viene el señor pisó el palito en un momento y me di cuenta de que no estaba tan soltero como yo pensaba. En realidad nunca le pregunté, lo asumí... Grave error!!!! Parece que hay que pedirles hasta una radiografía antes de salir con los hombres hoy en día para ver que no estén escondiendo nada! Tenía novia... Sí, chicas, un horror. Me sentí tan estúpida en ese momento, ya me habían pasado casi todas, pero esta no. Nunca me lo vi venir... Qué ilusa, pensar que un tipo así no iba a tener a una mina detrás como pasa con todos los buenos! Pero qué asumirían ustedes si lo primero que responde al "qué fue de tu vida" en facebook es "nunca me casé, ni tuve hijos, ni planté un árbol, etc."? Eso equivale a "estoy disponible" en mi planeta, ustedes qué opinan??? Diganme que tan loca no estoy...
La cuestión es que nuestra comunicación era tan buena y la estábamos pasando tan bien esa noche (o mejor dicho madrugada, porque se fue de mi casa a las 7 AM...) que ni siquiera me pude enojar con él. A otro tal vez le hubiera gritado "fuera de mi casa!" y le hubiera hecho todo un escándalo, pero con él realmente no pude. Me tomó por sorpresa, tanto que no pude reaccionar más que con un "pucha, qué pena". Y seguimos hablando un rato sobre el tema, aunque no me quiso dar muchos detalles, pero básicamente me explicó que su novia era unos añitos mayor que él y al parecer lo estaba presionando/apurando para casarse y tener hijitos. Y él no quería saber nada con eso por el momento, digamos que están en diferentes etapas de la vida. Entonces habían entrado en crisis y justo ahí vengo a aparecer yo en el medio. Me dijo que al principio le dio curiosidad saber de mí, y después cuando nos vimos se le movió un poquito el piso y ahí se complicó el asunto... Que me lo iba a contar todo, sólo que bueno... No sé bien qué estaba esperando, pero finalmente la verdad salió a al luz. Y como les digo, su manera de explicar las cosas hace que una hasta se enternezca y lo comprenda. Así ni parecía tan malo que me lo hubiera ocultado, porque de verdad se le notaba como el asunto lo tenía mal y preocupado. Van a pensar que estoy loca o que me drogó, jaja, pero tendrían que haber estado ahí para entender la situación, creanme.
Fue una lástima porque me hubiera encantado, si me contaba todo desde un principio, que pudiéramos al menos ser amigos. Es que me fascina charlar con él, la verdad que nunca me sentí tan cómoda con alguien. Ahora es muy dificil volver atrás. Quedó en el aire la posibilidad de volver a vernos, pero no sé... Si supiera que me voy a contener y que nada más vamos a hablar podría llegar a ser. Pero me conozco, y reconozco mi debilidad, jajaja. Y bueno, habrá que dejarlo ir... Por respeto al gremio también, porque a ninguna le gustaría estar del otro lado, al menos a mí no. Así que... Chau, sapito! Llamame cuando cortes con tu novia... Jajaja. Bueno, es que, entre nosotras, tampoco le veo mucho futuro, qué quieren que les diga. Es muy difícil congeniar esas diferencias cuando dos personas no quieren lo mismo, al menos no en el mismo momento. Qué se yo, una nunca pierde las esperanzas. Como he dicho otras veces y sigo diciendo... "ya no quedan hombres en esta ciudad". Tendré que buscar por otros lados. Y pedir curriculum con referencias la próxima... Jajaja.

martes, 8 de febrero de 2011

Segundas oportunidades

Hay un dicho popular que afirma “las segundas partes nunca son buenas”. Y tengo que decir que, exceptuando algunas películas que para mí tuvieron muy buenas segundas partes, concuerdo bastante con esta apreciación. Sobre todo después de los últimos reencuentros que tuve con hombres de mi pasado. Hoy voy a contarles dos historias en particular: Sebastián y Félix.

A Sebastián ni le cambio el nombre porque ya todas saben de quién estamos hablando... y más después de que haberle estado sacando el cuero toda la noche en mi cumpleaños, jaja. A este chico me lo quiso presentar una amiga hace como 3 años y medio. Ella pensó que haríamos buena pareja porque era justo de ese tipo de hombres que a mí me gusta, inquieto, divertido y muy interesante. Un día mi amiga arregló una cita doble donde él tenía que llevar a un amigo también, pero a último momento algo le pasó a este amigo y no pudo ir. Entonces salimos los otros tres. Consejo: NUNCA hagan esto… Fue una de las peores citas que recuerdo, ya que encima de que soy bastante tímida y me cuesta abrirme, no ayuda el hecho de salir con otras dos personas que fueron juntas a la universidad y que hablan de cosas y gente que sólo ellos conocen. No es que haya sido mala onda de ninguno de los dos, sólo que si yo no hablaba mucho terminaban hablando entre ellos. O sea… un embole y totalmente infructuoso. Sebastián nunca atinó ni a llamarme para volver a salir, pero eso era más que esperable. Y así fue que pasaron los años y nuevamente otro amigo en común me dijo: “tengo a alguien para presentarte!”. Y adivinen qué... Era Sebastián. Entonces tomándolo como una señal del destino pensé: qué loco, ya es la segunda persona que piensa en él para mí, esto debe ser algo muy bueno. Él creyó que a mí no me había quedado muy buen concepto suyo, pero la verdad es que me pareció lógico que nunca me llamara ya que no me alcanzó a conocer nada aquella primera vez, y lo poco que yo recordaba de él me resultaba bastante intrigante como para querer conocerlo más.
Sin perder tiempo me invitó a salir y para mi sorpresa aún recordaba mi dirección, entre otras muchas cosas mías. Esa primera salida fue genial, la recuerdo como una de las mejores primeras citas que tuve en mi vida. Charlamos muchísimo y teníamos un montón de cosas en común, y esta vez sí pudo conocer mejor a la verdadera Tiana.

Al día siguiente el amigo en común, Leo, nos preguntó a los dos cómo la habíamos pasado y se sorprendió al ver que los dos contestamos que había sido todo fantástico y que teníamos ganas de volver a vernos pronto. Durante una semana nos vimos varias veces y a mí me gustaba cada vez más. El tema es que yo no veía señales digamos “románticas” de su parte que me hicieran diferenciar si la cosa venía sólo de amigos o de algo más… Eso fue hasta que vino a mi casa un viernes a la noche y estando sentados en el sillón viendo una película de repente me abrazó y al rato nos estábamos besando como dos adolescentes. Me propuso que fuéramos a mi habitación y yo, de inocente y medio estúpida, no supe decir que no. El tema es que yo ni ahí quería que llegáramos a cuarta base, pero él parece que venía dispuesto a todo! Y que no sabía entender cuando una mujer dice que “NO”.  Tal vez estaba acostumbrado a otro tipo de mujeres, pero ésta no se acuesta con un tipo que conoce desde hace sólo una semana por mucho que le encante. El resto de la noche fue una lucha constante por sacarme de encima sus manos que andaban por todos lados, como un pulpo…  Cada dos segundos era yo diciendo “no, no, no… ”, y él que parecía sordo “dale, dale, dale…”. Un suplicio, no veía la hora de que se fuera!!! Fue una experiencia desagradable, pero esa no fue la peor parte de todas. Yo entendí que no tenía que meter tipos en mi casa (y mucho menos en mi habitación!!!) sin conocerlos lo suficiente, porque para ellos esa invitación es sinónimo de que van a venir a tener sexo. Una lección que creí asimilar en ese momento, pero que como verán más adelante no quedó muy arraigada… Jajaja. Bueno, sí, ya sé que les va a parecer medio obvio lo que estoy diciendo, pero como dicen en el fútbol "con el diario del lunes..." (y no sé bien cómo termina el dicho, pero se entiende, no?). Les decía que eso no fue lo peor porque dentro de todo yo asumí mi responsabilidad y me hice cargo de que le había dado las señales equivocadas y que probablemente cualquier tipo en su lugar hubiera intentado lo mismo. Y como todavía me interesaba conocerlo decidí tratar de superar ese mal momento y seguir adelante. El señor se borró como por cuatro días y yo ya pensé “listo, éste no vuelve más”. Hasta que reapareció y me dijo que nos viéramos de nuevo. Esa vez no pudimos hablar nada de lo sucedido, que a mi me hubiera gustado aclarar un poco. Luego él tenía que viajar y yo también me iba por  un fin de semana, así que pasaron como otros diez días hasta que nos vimos de nuevo. Él no daba señales de vida y yo de puro tierna y boba le escribí un mensajito preguntándole cómo iba todo, pero no tuve respuesta. Al menos hasta tres días después en que contestó como si nada “todo bien, muy lindo el viaje, no te contesté antes porque recién me volvió el crédito…”. What??? Ahí pensé “éste es un pendejo”, está bien que era un año menor que yo, pero igual somos grandes! Qué adulto responsable anda sin crédito en el celular y ni siquiera es capaz de pedirle a su amigo el teléfono para responder un simple mensajito??? Si te interesa lo hacés! O no, chicas? Patético… Puede ser todo lo genial que quiera, pero yo no tengo ganas de salir con un flaco que no me va a escribir ni un mensaje de puro rata, incapaz de cargarle crédito al celular y más estando de viaje.
Pero eso, señoras, tampoco fue lo peor…! Lo peor fue cuando vino a verme una tarde a la vuelta de ese viaje y después de un rato largo de estar charlando me dijo muy abiertamente “Mirá, yo te quiero decir que ando en cualquiera”. Qué qué???? Y sí, que entre el viaje y el bar donde trabajaba… Hacía lo que pintaba, cuando pintaba y con quien pintaba.
“Cualquiera”, tal y como él lo puso. Sabés qué, ahorrame la información… No quería escucharlo más, casi le pido que se vaya inmediatamente y desaparezca de mi vista! Encima el caradura pretendía que nos siguiéramos viendo, que él la pasaba muy bien conmigo, etc., etc. Yo le dije que mejor no, a esa altura tenía literalmente náuseas de escuchar lo que me decía. Tan frontal, haciéndose el sincero, como para que después una no diga que no le avisaron. Él se sentía realizado y pensó que era algo muy maduro venir de frente a contarme todo, pero para mí, qué quieren que les diga, fue de mal gusto. Me cacho en la honestidad brutal... Si vas a andar en cualquiera ni empieces por invitarme a salir! Parece que nunca me tomó muy en serio, pero al menos se dio cuenta de que yo no era una mina para joder, si no tal vez ni me decía nada y yo seguía entrando en el juego.
Finalmente se fue y por suerte no tuve que cruzármelo nunca más. Fue bastante decepcionante, otro sapo menos. Una pena, porque habían pasado más de tres años desde la primera vez y él no había crecido para nada. Yo por suerte creo que sí, aunque todavía me sigo equivocando. Pero la historia de Félix, otro reencuentro, se las cuento la próxima, si no me retan porque escribo unos posts muy largos… Jajaja.

Hasta muy prontito.

jueves, 27 de enero de 2011

Dos veces la niña bonita...

Y llegaron nomás... En muy poquito tiempo cumplo los 30 y la verdad es que esto me a puesto a reflexionar bastante. Como ya les conté alguna vez, yo hace unos añitos no me imaginaba este panorama. Había soñado a estas alturas tener un maridito, una casita blanca, uno o dos bebés y un perro labrador. No, mejor un golden retriever, esos me gustan más. En definitiva, estar como se dice "instalada". Y qué pasó? Nada, eso pasó. Otras cosas pasaron. Cosas distintas... Y saben qué es lo mejor? Que no me quejo! Así es, he madurado. Confieso que por dentro no siento ni ahí el peso de los años, todavía me siento como a los 17, llena de vida, de proyectos e ilusiones. No sé cómo el tiempo pasó tan rápido... Invertí muchos años en la facultad (ahora no sé si eligiría la misma carrera dos veces), pero no por floja, para nada. Las que me conocen saben que soy bastante "ñoña" con el estudio, sólo que resultó más largo y complicado de lo que esperaba... Además como siempre me gustó hacer varias cosas al mismo tiempo tuve otras actividades paralelas mientras estudiaba, así que del tiempo invertido no me arrepiento para nada. Hoy en día estoy orgullosa de haber logrado mi título, es más, me estoy entusiasmando con la idea de hacer un master o algo así, pero en el exterior. Quiero viajar! Ya desde hace meses, como también les he contado, vengo sintiendo que el mundo me llama a salir de casa y conocer nuevos horizontes. Hay un planeta tan grande ahí afuera! Yo no nací para quedarme en un solo lugar, esa es una de las conclusiones que saqué en este último tiempo. Ya está decidido, de una forma u otra me voy. No se asusten, seguiré escribiendo desde donde esté, eso es lo de menos. Imagínense cuando les cuente las aventuras de soltera que puedo llegar a tener en otras latitudes!!! Jajaja. Igual esos planes llevan un tiempito, recién estoy empezando a ver las posibilidades.

Es en momentos como éste cuando AGRADEZCO no estar "instalada", ni con hijitos, ni con perro ni con nada... Y ahora estoy entendiendo por qué te dicen que las cosas pasan por algo. Pasan o NO pasan, como en mi caso, por algo. Era por esto que todavía no me enamoré perdidamente ni encontré a quién aferrarme, justamente porque aún me queda tanto por hacer! Y si hubiera alguien en el medio yo sé que no estaría siquiera considerando la idea de empezar mi vida en otro lado o de querer avocarme con más energías a lo profesional. Desde ahora no más distracciones! Nada de estar esperando príncipes (mucho menos al príncipe William, que ya se nos casa, snif...), al menos hasta que llegue a un nuevo destino y pueda sorprenderme con otro tipo de hombre, distinto de los de acá ("guácala"...) jajaja. Yo siempre les digo a mis amigas: Nos tenemos que ir! Aunque sea de vacaciones, pero cuando alguien viaja a algún lado por el solo hecho de ser el extranjero ya sos interesante, ya te empiezan a ver distinto. Esto lo confirmé hace pocos días con un amigo que acá no daba pie con bola y ahora está por ir a instalarse a España. Pasó unos meses allá el año pasado organizando todo, y se consiguió una novia! Yo le conté de mi teoría y se rió como loco, pero es cierta. Si él pudo todas podemos. Yo estoy convencida, me voy y consigo un tipo al toque, ríanse hoy que el tiempo me dará la razón. =)
También me pasó hace unos meses que de repente mis 3 compañeras de trabajo estaban embarazadas al mismo tiempo. Yo soy la menor, pero me llevan apenas 2 o 3 años y ya están todas casadas. Para una ya era su segundo hijo el que esperaba. Y quieras o no ese entorno te hace replantearte cosas y pensar por ejemplo "¿Soy yo la que está fuera de lugar en este cuadro? ¿Debería estar atravesando las mismas etapas que el resto de las mujeres alrededor mío?". Lo pensás, es inevitable. Pero en mi caso me terminé responiendo, sin darle muchas vueltas, que los estándares no están tan definidos y que no todos entramos en el mismo plan. Las posibilidades son infinitas. Yo ya ni sé si me quiero casar, si quiero el perro, los hijos y todo el circo. Soy diferente, me tocó una vida diferente y no debo compararme con mis compañeras que hicieron otras elecciones en la vida. Ojo, me parece bárbaro y yo también hubiera elegido lo mismo en su lugar, sólo que a cada uno el destino se nos presenta de una manera distinta. Yo ahora quiero dedicarme a crecer, a seguirme formando y hacer todas las cosas que tengo ganas y tiempo de hacer.

Concluyendo, estoy feliz. Entusiasmada, joven, rodeada de amigos y gente que me quiere. Y que yo quiero.
Con más sueños, pero más despierta que nunca. Con más años, pero más viva que nunca.

Las adoro y las veo para celebrar prontito!!!


martes, 11 de enero de 2011

Casualidades o qué...?


 Si me podía pasar algo más loco que conocer al italiano, era conocer a dos de sus amigos unos días más tarde en un colectivo...! Fue de lo más insólito. Yo acababa de regresar de una ciudad vecina donde fui a pasar el año nuevo y en la parada de colectivos de la estación vi a un par de extranjeros, de esos que los delata la cara, la mochila y el librito que dice "Argentina" en la mano. Más turista que eso... Jajaja. La cuestión es que noté a uno de ellos (bombonazo, rubio y musculoso, vale aclarar) mirando los cartelitos en la parada, como buscando algo pero totalmente perdido. Yo quería ayudarlo, porque después de mi encuentro con el tano me quedó como una cierta ternura y sensibilidad hacia los viajeros, pero como justo venía mi autobús tuve que pararlo. El extranjero se acercó rápido y me preguntó, en sorprendente buen castellano, si ése iba para el centro. Le dije que sí y subimos, él, su amigo y yo. Al toque los escucho cruzar un par de palabras entre ellos y... Chan! Hablaban italiano!!! Entonces tratando otra vez de sacar a flote lo poco que recordaba les pregunté si eran italianos y obviamente respondieron que sí. Se ponen tan contentos cuando uno les habla un par de palabras en su idioma, son tiernos... Debe ser reconfortante. Bueno, de hecho para mí y mi hermana lo fue cuando en Praga conocimos a alguien que nos habló en castellano en vez de checo, te acordás, sister? Jajaja... Volviendo al tema, les pregunté hacia dónde iban y me nombraron el mismo hostel donde se había quedado mi amigo... Pobre, todavía no le puse un nombre, vamos a llamarlo Franco, OK? Ya me estaba pareciendo mucha coincidencia cuando de repente me cuentan que acababan de llegar de Valparaíso, en Chile, que era el destino más probable de mi tano la última vez que hablamos. Así que no aguanté más y les pregunté: "¿Pero ustedes son amigos de Franco NN...?". Sus ojos se abrieron como pizzas napolitanas y se quedaron estupefactos. "¿¿¿Conoces a Franco???". "Sí, estuvo acá hace unos días...". Me preguntaron cómo me llamaba y al responder se miraron entre ellos, más incrédulos aún, y luego a mí al grito de "Tiana!!! Sí, Franco nos habló de vos, que te conoció en un bar y bla bla bla...". Casi me muero, le había hablado de mí a sus amigos!!! Por poco no me desmayo, era muy bizarro todo. Cómo me voy a topar justo con dos amigos suyos a la misma hora en la misma parada de autobús?  Y ellos no podían creer que la primera persona con la hablaban resultara ser yo. Alguien me explica que son estas coincidencias??? Mis amigas me dicen "las casualidades no existen", "todo pasa por algo"... Sí, pero qué cazzo significa esto? Franco en este momento debe andar entre Perú y Bolivia, por lo que me contó en su último mail... Lo bueno es que aún nos comunicamos, y me escribió que a él también le había encantado conocerme porque en Italia no había chicas con las que pudiera hablar de música y de cultura en general.... Me mató. Piensa lo mismo que yo, entonces no es una ilusión mía, realmente hubo una química especial. Me cuesta creer que él no conozca chicas interesantes, pero al fin y al cabo si a mí me pasa esto acá, por qué no a él. Entonces no somos las únicas que sufrimos, al parecer hay hombres de verdad buscando chicas con un par de neuronas, así que no nos desanimemos, no todo está perdido!
Sé que esto les puede sonar muy loco y probablemente piensan "esta Tiana se piró, ahora va a hablar de flores y pajaritos en vez de desencuentros y desamores...". Pero no, este blog recién comienza, chicas, y queda mucho por contar. Me dejé ilusionar y divagué un poquito porque de vez en cuando también hace falta, no? Esta experiencia me subió algo la autoestima y la fe, ya que en el último tiempo los únicos que me dicen cosas bonitas son mis hermanos, mis amigos gays y el portero del edificio donde voy a la psicóloga... Ahora que lo pienso, ojalá no sea una especie de arreglo turbio que tienen entre ellos para hacerme sentir bien cuando entro o salgo de ahí... mmmmmm. Jajajaja. Naaah, yo creo que él lo hace de tierno o tal vez por las veces que me ha visto salir de allí con los ojos rojos... 
Ah, y el que se animó el otro día fue el verdulero tímido que me encanta, el que les conté hace tiempo, que nunca me hablaba. Cuando terminó de pesarme las cosas puso todo en el canasto y se mandó un "listo, hermosa", Jajaja. Inmediatamente bajó la mirada de nuevo, y yo helada por la sorpresa me di media vuelta rápido y me fui. Tenía razón la que me dijo que lo ignorara a ver cómo reaccionaba... Jaja. Gracias.
Son pequeñas cositas que le cambian la cara al día, que de repente te roban una sonrisa cuando vas caminando sola y te hacen cosquillitas en el alma. Son esos regalitos del destino, casi tan buenos como encontrar plata en el bolsillo de un pantalón viejo... O como escuchar de un completo extraño en un colectivo que a alguien que te marcó mucho vos también le dejaste una marquita  =)

Hasta la próxima!

lunes, 3 de enero de 2011

Arrivederci, caro mio!


Hablando de cosas divertidas que le pueden pasar a una soltera en la ciudad, no saben el regalito que me trajo Papá Noel esta navidad: un italiano! Mamma mía… Qué cosa linda, y no sólo me refiero a la parte física, sino a que el tano era todo un caballero, de los que ya no se ven por acá. Lo conocí el 25 a la noche que fui con unas amigas a un bar. Para empezar hacía mucho que yo no iba a ese bar, así que no sabía que se llenaba de extranjeros, y por otra parte hacía mucho que no llegaba despierta a las 2 AM… El primero que se acercó a mi grupito de amigas fue un australiano y no me acuerdo qué fue lo que dijo, tal vez algo como “feliz navidad”, pero recuerdo que lo saludé en inglés (ya de lejos los delata la cara de extranjeros) y empezamos a hablar. Primera parada: de partida ya vemos la diferencia con los hombres de acá, que como hemos expuesto en otras oportunidades, se quedan mirando desde un rincón con su vasito de fernet en la mano pero no encaran. El australiano, muy sociable más allá de que iba con su novia, nos empezó a traer gente y nos presentaba, que un irlandés, que un holandés, hasta que trajo al italiano... Ahí me derretí y saqué las primeras dos palabras que recordaba de mi corto aprendizaje de su idioma: Buona sera! Se rió y nos pusimos a hablar, por suerte él manejaba bastante el castellano porque con mi italiano primitivo no llegábamos muy lejos. De todos modos, como era un tipo muy culto también hablaba inglés, francés y alemán, así que podía entenderse tranquilamente con cualquiera de los que andaban por ahí esa noche. Trago va, baile viene, nos terminamos besando apasionadamente el resto de la noche...
 Aquí hago la segunda parada para darles un consejo útil para la vida: Ninguna debería morir sin antes haber besado a un italiano. 
Es más, quiero que empecemos a hacer una lista de cosas que una mujer debe hacer antes de morir. Esta va a ser la primera, de ahí en más se aceptan sugerencias, jajaja. 
Al salir del bar me dio su e-mail para que le escribiera así nos volvíamos a ver. Obviamente lo hice y quedamos en salir al día siguiente. Yo le había hablado de una localidad en las afueras que era muy pintoresca y seguro le gustaría conocer, ya que a ese punto él había recorrido casi todo. Allí nos fuimos y después de caminar un rato terminamos cenando en un restaurant mexicano muy lindo, de clima muy íntimo. Fue una de esas citas perfectas que no querés que se termine nunca. Hablamos de todo, de música, de cine, de viajes… Él estaba recorriendo el mundo en una especie de búsqueda introspectiva, y de acá seguía a Chile, Perú, Bolivia, Nueva Zelanda, Indonesia y no me acuerdo qué otros lugares más. Yo estaba embobada, escuchándolo hablar de su vida, del tiempo que pasó viviendo en Alemania, de sus trabajos y su estudio. Sí, chicas, no sólo había estudiado Comunicación, con master incluído, sino que después se dio el gusto de trabajar para una conocida empresa testeando videojuegos! Así ahorró para viajar por el mundo. Tercera parada: Por qué ese tipo de cosas no pasan en nuestro país? Acá podés trabajar años rompiéndote el lomo y difícilmente lográs irte de vacaciones, ya ni hablar de darse la vuelta al mundo durante meses… Yo le expliqué que las cosas aquí eran muy diferentes, y que en cierto modo lo envidiaba por poder hacer esto. A mí hace rato me está picando el bichito de que no pertenezco a esta ciudad, por más que la amo, pero siento que el mundo me está llamando. Conocer a este muchacho más allá de lo lindo de la experiencia en sí me ha dejado reflexionando mucho… No descartaría que en un añito o algo así termine viviendo en la otra punta del planeta, es algo que siento muy en lo profundo, y no quiero arrepentirme en el futuro de no haberlo hecho cuando pude, al fin y al cabo algún provecho hay que sacarle a esto de ser soltera, sin hijos ni compromisos.
Continuando con la cita, fue muy gratificante conocer a alguien que comparte muchos de tus gustos e intereses, que además sea lindo, educado y divertido. Y que sepa cocinar… Me dio vergüenza cuando me preguntó qué platos sabía hacer yo, él seguro que la tiene mucho más clara en ese aspecto. Cómo no me di cuenta antes? Debí haberlo convencido de que se quedara al menos un día más con la excusa de invitarlo a cocinar y que me enseñara a hacer una buena salsa… Su cronograma era flexible, de hecho ni siquiera tenía claro a dónde se iría al día siguiente, pero como ya había dicho que se iba yo ni pensé en proponerle que se quedara. Estuve lenta!!! Es más, si hubiera sido más astuta aún me podría haber ofrecido a acompañarlo a pasar el fin de semana de año nuevo a donde quiera que fuera. Qué lenta estuve…! Estas oportunidades no se dan muy a menudo. Ojalá no sea la última.
La noche no termina aún, porque cuando estábamos regresando hacia el hostel donde se quedaba recordé que un amigo mío celebraba su cumpleaños en el mismo bar donde nos habíamos conocido, así que lo invité a que pasáramos un rato a saludar y él, muy dispuesto, accedió. Al llegar nos encontramos con otro de mis amigos que habla italiano, así que empezaron a charlar y luego se sumaron otros a preguntarle sobre fútbol (como venía de Milán era del “Milan”, obvio), y yo observaba la escena completamente obnubilada por su sociabilidad y simpatía. Ni les cuento cómo me ponía cuando lo escuchaba hablar en italiano… Me dieron ganas de retomar mis estudios para seguir aprendiendo este idioma tan bello. En fin, como verán, me movilizó bastante el fugaz encuentro con este ragazzo, hasta me dieron ganas de acercarme más a mis raíces, ya que tengo antepasados italianos (y la ciudadanía, ya que estamos). Lo mejor de todo es que tenía planeado un viaje a Italia en aproximadamente un año y medio, así que hablamos de encontrarnos allí cuando vaya. Sí, ya sé que falta mucho, pero me quedó pendiente conocerlo más y daría cualquier cosa por verlo de nuevo. No todos los días conocés a alguien que te impresiona tanto. Y como si todo esto que les cuento fuera poco se me ocurrió preguntarle si tocaba algún instrumento. Adivinen... ¿qué me pudo haber contestado? La guitarra, chicas, mi debilidad!!! Había tenido un par de bandas y todo. Yo  ya empecé a mirar alrededor buscando las cámaras porque esto parecía una joda. Y después cuando le conté de todas las cosas que yo hacía, me dijo “ah, pero vos sos la mujer ideal para casarse”. AAAAAAHHHHHH!! Casi me muero cuando me dijo esto… Atiné a responder: “gracias por notarlo! Jajaja. Los argentinos no lo ven así, prefieren mujeres tontas a las que puedan dominar. No saben qué hacer frente a una mujer de verdad...” y todas esas cosas que hemos hablado en este blog. Y claro, es que frente a hombres como él, mujeres como nosotras se equiparan bastante, no se distingue ese desequilibrio que yo siento con los locales. Me dijo que a él tampoco le gustan las italianas, por lo que entendí parece que son muy selectivas y poco abiertas de mente. Según él las argentinas vamos más al frente, pero no creo que esto lo dijera por mí, ya que soy bastante tímida, jaja. En cualquier caso, era uno de esos hombres para no dejar pasar, lástima que tenía que partir pronto. Cuarta parada: Yo no estaba loca, existen hombres con todas las cualidades que me gustan, sólo que del otro lado del charco!
Qué broma cruel del destino… Es como que le pongan un caramelo enfrente a un niño y después no se lo quieran dar! Cada vez estoy más convencida de que por estos lados no voy a encontrar a mi príncipe azul, porque el tipo de hombre que tengo en mente pertenece a otra cultura. No digo que todos los europeos vayan a ser iguales, ni que todos los argentinos entren en la misma bolsa, pero como hemos comprobado hasta el cansancio acá los buenos ya están ocupados! No sé, me ha dejado pensando mucho esta situación… Escribo estas líneas mientras escucho la música italiana que mi amigo me recomendó. Aquí hace mucho que nadie me habla de algo nuevo, fuera de lo común. Yo también me di el gusto de recomendarle algo de la música que me gusta y que con pocas personas he podido compartir. Me encantó sentir que a él pudiera parecerle interesante lo que yo tuviera para decir, además de sentirme atractiva de nuevo y poder sacar a relucir muchas cosas mías que habían ido quedando tapadas con el tiempo. Tal vez era eso lo que estaba necesitando, y me quiero quedar con esta sensación. Con esta esperanza renovada y los ojos puestos en el futuro y en no quedarme quieta ni conformarme.
En definitiva, hay un mundo mejor, sólo que está un poco lejos...