Diganme si no les ha pasado lo mismo que a mí. Hay hombres que pueden dedicar largos ratos a mirarte, y mirarte, y mirarte, toda la noche o todos los días cuando te lo cruzás en el mismo lugar. Pero... nunca, NUNCA, se animan a hablarte! Me pasaba, por ejemplo, con un chico que veía siempre en la facultad. Él cursaba otra carrera, y aunque teníamos amigos en común nunca llegamos a conocernos. Ni siquiera sé su nombre, pero me encantaba. Si lo vuelvo a ver hoy seguro que todavía me encanta. Y es que cada vez que nos cruzábamos él me clavaba la mirada sin el menor pudor, una mirada penetrante y seductora. Pero hasta ahí nomás... Duraba lo que tardábamos en pasar uno junto al otro. Obvio que yo trataba de responder con mi mejor mirada penetrante y seductora, y quiero creer que lo notó. Hasta una vez me lo crucé caminando por el parque y sucedió lo mismo de siempre! Obvio que ni una palabra... Sólo la miradita. Hasta aproveché de verificar con Laura, que iba conmigo ese día. ¿Viste cómo me miró? Laura respondió afirmativamente. A mí ya me daban ganas de encararlo y empezar a hablarle yo. Pero la primer frase que me venía a la mente era: "Che, no me pensás hablar nunca vos???". Así que mejor lo dejé pendiente, al menos hasta encontrar una mejor forma de iniciar la conversación. Y sí, se ve que tengo la reprochona muy a flor de piel.
Me pasaba también cuando tenía unos 22 años, que iba todos los domingos a la misma misa, en el mismo lugar y a la misma hora. Y siempre me encontraba con el mismo bombón. Y me miraba, les juro que me miraba! También corroboré con amigas. Me generaba tanta intriga que esta vez sí, estuve a punto de encararlo a la salida. Ya lo estaba planeando. Iba a ser algo casual, del tipo: "Hola. Si no tenés que ir a ninguna parte podemos ir a tomar algo y charlar un rato? Me encantaría conocerte". Claro, en mi mente me hacía la corajuda, pero nunca tuve oportunidad de hacerlo en la realidad. Ya sea porque a la salida desaparecía muy rápido y encima estaban todos mis amigos ahí y me daba cosa que me vieran, así que tenían que darse muchas condiciones para encontrar el momento perfecto. Y llegó el día en que este muchacho, el anónimo Nº2, que siempre iba solito a misa, se encontró con una amiga y se fueron a sentar juntos. Como en esos documentales de comportamiento animal, yo iba observando todo, domingo tras domingo. El individuo ya no se sentaba más solo sino que continuaba encontrándose con esta amiguita. Y después ya no sólo se encontraban sino que llegaban y se iban juntos. Así hasta el día en que los vi de la mano y me di cuenta de que ya no quedaba nada más por hacer. Otra me lo había robado, y en mi propia misa. Y bue... No era el sapo indicado entonces. Siempre me arrepentí de no haberme animado a hablarle antes, al menos para conocerlo. Se veía interesante, hasta una amiga me dijo que un día lo vió con un guardapolvo. Capaz que era médico! Mamá, te hubiera encantado...
El que no sé si te gustaría mucho es el chico del sector de vegetales del super cerca de casa. Tiene algo, además de la miradita, que me atrae mucho. Bueno, en realidad sí sé qué es. Es que se parece mucho y me recuerda a un amigo (al que siempre le tuve ganas, vale aclarar), así que debe ser una especie de proyección de mi inconciente. De éste sí conozco el nombre: José. Por el distintivo que le hacen usar. Hasta nombre de verdulero tiene... Qué se le va a hacer. Más allá de todo, hay algo muy seductor en él. Éste también tiene su miradita, pero más sutil. Hoy por ejemplo, pasé un rato a deleitarme por su sector. Me mira y agacha la mirada, como un cachorrito tímido. Pero cuando me doy vuelta a elegir unas manzanas puedo sentir sus ojos clavados en mi nuca. Acá ha habido cruce de palabras. Pero no se entusismen, no pasa de: "Hola. Gracias. Chau." Qué más podés hablar en estos casos? Creo que una vez, en un acto de extrema inspiración le pedí que me ayudara a elegir un melón, utilizando la estrategia de la indefensa doncella en apuros. Pero se limitó a testear un par y contestarme "éste" con la mirada gacha. Es tierno, se pone nervioso. Y a mi me da gracia ponerlo nervioso, pero no me da para hablarle más que eso. Ojalá fuera como el otro langa horrendo que trabaja con él y que ya me preguntó hasta mi nombre, el muy desagradable. Contesté para no ser maleducada, pero a ese cuando lo veo trato de esquivarlo. Puaaaaajjjj
Me ha pasado esto de la miradita silenciosa en fiestas, como en el casamiento de una amiga, donde su primo me estuvo mirando toda la noche y yo le respondía la mirada como diciendo "bueno, te vas a acercar a bailar conmigo o vas a seguir mirando nomás?". Y no se acercó, che... Después me dijo mi amiga: "a mi primo le encantaste, quedó fascinado con vos". Y entonces, qué esperaba? Parece que vivía en el sur y por eso no se animó. Aparte vio que éramos un grupo grande de amigos bailando y eso lo intimidó. Encima le dijo que me tenía vista también de la facultad (si hubiera sabido que ahí me miraban tanto me hubiera arreglado más!).
Creo que las mujeres somos complicadas, pero por lo menos le hacemos frente a la vida! Los hombre muchas veces por muchos miedos no actuan, no hacen lo que siente o lo que quieren hacer por miedo a no se que... pero bueno por eso vos sos como yo, siempre que he querido algo he ido hasta el y hasta hora he logrado obtenerlo a casi todo :D, solo resta esperar que algun sapito atrevido un dia me demuestre que realmente quiere jugar por lo que siente! y me demuestre que vale la pena seguir luchando por al menos un sapito.
ResponderEliminarAca vale poner un punto en claro...creo que muchas de las caracteristicas del hombre que se han descrito corresponden al tipico mendocino, que mira para todos lados antes de encarar a una chica, a ver si estan los amigos, a ver si lo ve alguien conocido...que diran los demás si te ven hablando con una mina que no es el modelo de belleza impuesto!!! Y es por eso también que a las mendocinas nos sorprende cuando alguno, de onda, se nos acerca sin más ánimo que conocerse...charlar, reirse un rato,y despues se verá... como nos cuesta desligarnos de los prejuicios!!! Yo lo admito, soy montañesa,huraña,me cuesta horrores relacionarme con el sexo opuesto y creer en la amistad con ellos, pero más me cuesta con los mendocinos porque me da la impresión de que la mayoría están siempre pensando en el que dirán...y me pone de los pelos!!!
ResponderEliminarTiana, la próxima en vez de tanta miradita sexy, miralo con cara de culo. Los hombres son tan particulares, que seguro le gustás más todavía y por fin, se digna a dirigirte la palabra...
ResponderEliminarJajajaja! Tenés razón... Hay que sacar de adentro la perra, la que estrella los sapos contra la pared, como dijimos hace unos días. Hace poco probé algo así en un boliche, no mirarlos y hasta poner carita de asco, y sentí que me miraban 10 veces más! Jaja.
ResponderEliminarGracias "Anónima", pero ponete un nombre... así sé si es siempre la misma anónima que escribe o son distintas, jeje. Beso
Me a pasado miles d veses,y una de las ultimas estaba en otra provincia con el chico mas lindo frente,me miraba lo miraba y..nada pense:en este lugar no es c en Mza? c una de mis miradas ya tendria q estar aca.Entonses lo encare muy sutilmente me saludo y se fue...lo odie!!,pero seguia mirando y en otro cruce lo encare nuevamente y le dije q tantas miraditas??.La cosa era q como un amigo de el me habia ablado antes(al cual no le di ni la hora,porq me interesaba don miron) no me encaraba por eso...Un pancho total.
ResponderEliminarEn fin despues nos fuimos juntos a dar una vuelta y ahora somos amigos por la distancia jajaja.