domingo, 7 de noviembre de 2010

Sola en la ciudad

Alguien que conocí hace poquito me recomendó que viera una película mexicana, "Cansada de besar sapos". Hoy la vi y me pareció genial, así que ahora yo se las recomiendo. Muy divertida, con la ídola de Ana Serradilla.
Me sentí muy identificada en este momento de mi vida y me hizo pensar... Cosas como por ejemplo, ¿dónde puede una mujer joven conocer hombres hoy en día? En la película Marta, la protagonista, descubre después de 2 años de relación que su novio la engañaba. Sabía por su pasado que él tenía fama de mujeriego, pero igual decidió, como toda mujer enamorada, confiar en él, y estaba segura de que había cambiado y se había convertido en un hombre fiel. Ése fue su primer error... Esos tipos nunca cambian! Entonces al encontrarse sola y despechada termina por meterse en una página de citas por internet y empieza a volverse lo que ella denomina "hombreriega". Sale con varios y bueno... el resto lo tienen que ver en la película.
Con respecto a las citas por internet, no voy a criticar a quienes utilizan ese medio para conocer gente, pero yo en lo personal rechazo de lleno esa posibilidad por malas experiencias que se han dado en mi entorno y que no quisiera repetir. De ahí en más la que quiera intentarlo, adelante. Todo vale a estas alturas.
Descartada esa vía, no me quedan muchas opciones para conocer gente nueva a estas alturas. Ni siquiera digo el príncipe azul, sino aunque sea un grupo de amigos, gente con quién poder hacer cosas, lo que sea. Ya tengo un par de actividades en mi vida cotidiana fuera del trabajo (donde somos todas mujeres), y sí, conozco gente copada, pero que a la hora de armar algún plan en general ya tienen otros compromisos, como sus parejas o familias. Fuera de unas pocas amigas solteras, todo el mundo ya está "instalado" podríamos decir. Ahí es cuando me dan ganas de conocer más gente. Gente disponible, obvio, que estén en la misma que yo. La psicóloga me aconsejó hace un tiempo buscar nuevas actividades, pero ya las tengo y como les dije, no hay resultados. Y ya más cosas no puedo hacer, no hay tiempo ni cuerpo que aguante. Ojalá fuera tan fácil como en las películas que un tipo ve a la chica por la calle o en un café y ya la está invitando a salir. Cómo nos mienten! Eso nunca pasa en la realidad. A mí lo más loco que me pasó fue hace pocos meses, un día que fui sola a escuchar una banda de jazz que no me quería perder por nada. Aunque no tuviera quién me acompañara no dejé que eso me detuviera. El lugar estaba lleno y solo al lado mío había una butaca vacía. Obvio... Nadie más iba solo. Nadie hasta que apareció Andrés. Bombón, alto, barbita a medio crecer y camisa leñadora, con ese look despreocupado que derrocha masculinidad. El concierto estaba por empezar y él se sentó a mi lado. No podía creerlo cuando me empezó a hablar! En general en esta ciudad la gente es muy reservada y es raro que alguien que no te conoce te dirija la palabra. Yo ya empecé a pensar que era mi imaginación, pero no, realmente me estaba preguntando con mucho interés sobre la banda y como yo los había escuchado y conozco de jazz alcancé a comentarle rápidamente todo lo que sabía. Justo ahí empezaron a tocar y ya no pudimos hablar más hasta que todo hubo terminado. En ese momento yo giré mi cabeza hacia él como buscando su opinión respecto del show y él no tardó ni un segundo en empezar a hablar. Yo estaba en las nubes, no podía creer que se estaba dando todo con tanta naturalidad. Pensé: "esto sí es como en las películas!". Todo el mundo empezó a abandonar la sala y nosotros nos quedamos ahí sentaditos hablando de música y otras yerbas unos eternos 15 minutos. Era como charlar con un amigo de hace años, de repente una confianza y una sensación de comodidad que no se puede explicar. Yo mientras hablábamos lo miraba pensando "mínimo me lo llevo a tomar una cerveza". Era viernes a la noche y no tenía nada que hacer después del recital, y no quería que la conversación terminara! La burbuja se pinchó cuando apareció una conocida que me vino a saludar. Entonces nos dimos cuenta de que ya no quedaba nadie y reaccionamos. Salimos al hall y yo me moría por pedirle su número, con la excusa de avisarle cuando me enterara de que tocaba otra banda parecida o algo así... Pero no me animé, y una parte de mí me decía "si le interesás, él tendría que estar pidiendo tu número..." Nada. Salimos y nos despedimos, chau chau y cada uno para su casa. Una pena. Cúantas veces se te da la oportunidad de conocer a alguien así, tan mágicamente, y compartir una charla tan linda??? Anillo no tenía, me fijé. Pero bueno, tal vez tenía novia, conviviente o hasta hijos esperando en casa. No me pareció por el hecho de que estaba ahí solito como yo, pero bueno, nunca se sabe. Tal vez hasta era gay, aunque no lo creo, jaja! En definitiva, no tenía ninguna obligación de pedir mi número ni invitarme a tomar nada, sólo que me pareció que hubiera estado genial, que era una excelente forma de empezar a conocer a alguien interesante. Después nunca más lo vi, me limité a "googlearlo" y así llegué a conocer su profesión, que de tanto hablar de música no le había alcanzado a preguntar, pero nada más.

A partir de entonces empecé a ir sola, si no tenía una amiga a mano, al teatro, a escuchar música o lo que sea. El hecho de ser soltera no me va a impedir que salga a hacer cosas lindas como hace el resto de la gente. Yo misma me basto para hacerme compañía. Y quién sabe, quizás algún día me vuelva a encontrar con otro Andrés...


Les dejo un link para ver el trailer de la peli:

1 comentario:

  1. La verdad la peli me encanto!! la vi y volvi a recordar q hay algunos sapitos que valen la pena y que hay q jugarse por ellos,y mas alla que nos cuesta y no es como dirian las abuelas la mejor forma de una encarar, si vale la pena hay que hacerlo!! si no despues nos vamos a arrepentir de no habernos jugado por ese simpatico y lindo sapito que puede que sea justo lo que necesitamos para completar ntra vida :D

    ResponderEliminar