Después de varios días de mucho trabajo y poca inspiración, vuelvo renovada con más anécdotas para compartir con mis fieles seguidoras en este blog semi-terapéutico, jaja. Para mí esto es como el "pensadero" de Harry Potter. Para las que no conocen es como sacarse pensamientos de la cabeza con una varita mágica y ponerlos en un platito para poder verlos mejor. (Qué bueno sería, no?)
Les cuento que hace un par de días puse en práctica mis propios consejos y fui sola a un festival de música que se hace todos los años y me encanta. Esta vez me enteré sobre la hora e invité a un par de amigas, las únicas disponibles. Una se bajó con anticipación, pero la otra que me dijo que iba a ir al final nunca apareció...ejem (palo para ella, jajaja). Todo bien, pero terminé sentandome solita (ningún Andrés esta vez, lo más cercano a mi butaca era una especie de vejete hippie zaparrastroso - sin ofender, jaja) y descubrí como primera enseñanza que no es lo mismo terminar sola que cuando ya te mentalizás y sabés que vas a ir sola. Entonces charlás con vos misma y te auto-hacés compañía. De la otra manera estás pendiente del celu y de cuidar la butaca al lado tuyo de todos los que pasan preguntando "está ocupada?"... En fin, moraleja aparte, al día siguiente, segunda noche del festival, me aseguré la compañía de Ana, aunque no me molestaba si tenía que ir sola, pero fue mucho mejor así. Pasó que apenas nos sentamos vi justo en la fila de adelante a una pareja de viejos amigos que (según me enteré por facebook) hace poquito se habían casado. Entonces les hice señas para que salieran al pasillo y así poder felicitarlos y charlar un ratito con ellos. Por supuesto yo no estaba invitada a ese casamiento porque hace mucho que perdimos el contacto, tanto con ellos como con el resto del grupo de amigos de aquella época. Estoy hablando de hace como 7 años... Fuimos muy amigos, compartíamos largas noches de charla y salidas. Un lindo grupo para los 20-22 años. Pero después yo sentí que nos habíamos estancado un poco y sumado a un par de cositas, como la sensación de falta de apoyo frente a situaciones duras que tuve que pasar, me llevaron a distanciarme sutilmente. De ese grupo ya había surgido otra pareja, a cuyo casamiento sí asistí, aunque medio de prepo porque ya estábamos distanciados pero aún así me invitaron, unos 3 años atrás. Sé que la tercera del grupete también se casó, pero de esa no me enteré hasta que ya estaba embarazada, y eso que era mi amiga más íntima en aquella época. Para qué les doy tantos detalles? Bueno, ya llego al punto. Charlando con estos amigos en el pasillo del teatro recordamos esos viejos tiempos y yo pensaba: qué loco, pensar que éramos amiguitos y después todos se terminan casando, formando entre sí parejas que jamás te hubieras imaginado... Y el único al que yo le había hechado el ojo se hizo cura! Bueno, y a este recién casado también, TODAS le teníamos ganas porque era una dulzura... Aplausos para la chica que se lo quedó!!!Entonces recordé algo, que ya había recordado en el otro casamiento, ¡y no es por agrandarme! pero estas parejas me deben bastante, porque en definitiva se terminaron conociendo gracias a mí. Les cuento, en mi grupito éramos prácticamente todas chicas (y un gay, aún no declarado) y gracias a un cura amigo una vez nos fuimos de retiro con un grupo de chicos del liceo militar, todos varones, obvio.
La inyección de testosterona que nos faltaba. Después de ese retiro no quedó ningún vínculo, hasta que un día, años después se me ocurrió que los contactáramos de nuevo para armar un campamento. Justo en esos días me encontré con el bombón, el que después iba a terminar siendo cura, y le tiré la idea de hacer algo juntos. Los dos grupos, quiero decir =). Se prendieron y así surgió la amistad, con una tanda prácticamente nueva de liceistas, ávidos de estrógenos, y todo a raíz de aquel afortunado encuentro. Pareja va, pareja viene, terminó la cosa como les contaba más arriba. El futuro cura me invitó a salir una vez y la pasé bien, pero tenía demasiadas expectativas y al final no fue la gran cosa. Después seguimos amigos, y bueno, ya les dije dónde terminó... O sea, soy una ídola a la hora de hacer que las personas se encuentren y se enamoren. Pero en cuanto a mi propio destino... De terror! Y bueno, ya vendrán tiempos mejores.
Por un lado me quedé pensando: Habría sido mejor quedarme en ese grupete? Yo sentí que nos estancamos, pero en cierto sentido ellos han avanzado bastante y ahora parezco yo la estancada ... Pero quedarme no hubiera llevado también a que ahora estuviera deprimida viendo como todas mis amigas se casaron y yo sigo buscando sapos? Tal vez el quedarme no iba a hacer que yo por contagio también consiguiera novio... Difícil. Aún pienso que hice bien, hice lo que sentí y lo que en su momento me pareció mejor. Mis amigas actuales están en la misma que yo, ninguna se casa, y en cierto modo creo que eso nos une más, el compartir nuestras expectativas, ilusiones, idas y vueltas propias de esta etapa. Cuando me dijeron "Che, juntemonos de nuevo! Una pena que nos dejáramos de ver!", yo sonreí y asentí por fuera, pero por dentro decía "sí, claro, cuando me tengan un candidato salimos todos!". Ni en pedo me junto ahora que todos tienen pareja y hasta hijitos. Si antes sentí que ya no compartíamos nada, mucho menos ahora. Tal vez si fuera con las chicas solas... Ahí hasta sería divertido, ya me las imagino riéndose de las intimidades de sus maridos y de los chismes jugosos que siempre se enteraba alguna. Lindas épocas, hasta me da un poquito de nostalgia. Qué fuerte descubrir que estamos creciendo. Que ya dentro de poco cumplo 30 y las cosas no son tan sencillas como las imaginé a los 20. Yo era de las que nunca, pero nunca, pensó que iba a llegar a esta edad soltera y sin prospectos a la vista siquiera. Después mientras los años pasan ves que, al igual que el horizonte, la línea de proyecciones se va moviendo. Tal vez la carrera que elegí era demasiado larga, o tal vez no tenía ningún incentivo ni apuro por terminarla. Tal vez todavía quiero salir y conocer el mundo! Tal vez no nací para ser la Susanita que crecí elaborando en mi mente. Tal vez se me pasen los años buenos y no llegue a tener hijos... Y bueno, tendré sobrinos! Y no me aterra la idea de que la vida termine siendo completamente distinta a lo que imagino porque al final siempre me sorprende! Es más, creo que termina siendo mejor de lo que pueda llegar a imaginar.
hola a todas!
ResponderEliminarq feo q las amigas te dejen plantada... primero q nada!
segundo... hablando de sapos mirá la hora q es y yo vengo de NI SIQUIERA besar a uno...
estoy igual (solo q tengo unos años más q vos Tiana) pero a diferencia tuya, a mi sí me da bastante miedito pensar q siguen pasando años y yo no estoy afincada.
Por ahora (y dada la hora) no puedo escribir mucho más... era para participar
salud para todas