La que sí llegó a concretar la convivencia con su pareja fue Eugenia, después de otros casi 10 añitos junto a Marcelo... También una relación que tuvo su etapa a la distancia cuando él se fue a vivir bien al norte del continente… Pero no nos adelantemos. La historia comienza cuando Eugenia, recién peleadita con su novio anterior, descubre que está embarazada (de él). Para entonces ya tenía onda con Marcelo, y cuando supo la noticia le explicó todo y él la apoyó 100%. Convengamos que no es para nada fácil que un hombre elija quedarse al lado de una mujer que lleva en su vientre al hijo de otro, así que hasta acá venía haciendo buena letra el muchacho.
Corría diciembre del año 2001, Marcelo termina su carrera, al día siguiente cae el gobierno de De La Rua, y apenas al otro día nace Julián, el bebé de Eugenia. En medio de toda la crisis Marcelo entra en pánico y decide que como en la Argentina va a ser prácticamente imposible conseguir trabajo, la mejor opción es huir a los Estados Unidos, donde además estaba viviendo su padre. Con esta excusa se escabulle dejando a su novia y al recién nacido en el país, pero con la idea de que una vez que se estableciera ellos pudieran mudarse con él. Hicieron todos los trámites, la visa, los pasaportes (el del pequeñito tenía foto y todo), pero algo sucedió en las etapas finales de la visa. Misteriosamente se perdieron algunos papeles y en definitiva nunca se pudo concretar… Años después Marcelo confesaría que en parte huyó de la situación, como que de repente se le vino todo encima y fue mucho para digerir.
Cuatro años continuaron con esta relación a distancia hasta que finalmente Marce regresó. El noviazgo progresó viento en popa y un año y medio después se planteó la tan ansiada convivencia. Buscaron casita, armaron los bolsos y se mudaron. Los tres, no nos olvidemos de Juliancito. El problemita es que desde su regreso Marcelo no había conseguido trabajo, así que tenían que vivir todos con el sueldo de Eugenia, un modesto sueldo de docente, aclaremos. La situación se mantuvo durante más o menos un año, hasta que Eugenia comprendió que, como dice la canción “no se puede vivir del amor”, también hay que comer y pagar las cuentas, y así la cosa no daba para más. Terminó dándole el raje a Marcelito, y meses después el señor consigue finalmente laburo. Todo orgulloso invita a Eugenia a la cena de fin de año de la empresa y las cosas parecen encaminarse de nuevo. Entonces fue que decidieron retomar la convivencia. Pero no se entusiasmen! El trabajo no le duró mucho tiempo, así que la señora oooootra vez a mantener todo. Encima él se quejaba de tener que quedarse a veces con Julián en casa mientras su mamá trabajaba! Si buscan la definición de “parásito” en el diccionario seguro aparece la foto de Marcelo…
Así fue como Eugenia tomó coraje y logró decir "basta". Al menos por el momento… Pasaron otro año medio juntos, medio separados, viviendo cada uno en casa de su familia otra vez (cabe destacar que ambas familias tienen serios problemas de aceptación para con la pareja del otro, lo cual no facilita para nada las cosas…). Un día a Marcelo lo invitaron a acompañar a un importante coro que se iba de gira por Europa, ya que tiene una voz muy solicitada en el ambiente. Y aceptó, pero hasta el día de hoy sigue siendo un misterio cómo fue que hizo para bancarse semejante viaje (probablemente se lo financiaron, ya que de verdad tiene muy buena voz y era importante su aporte en esta gira). El tema es que da un poquito de bronca el ver que no le pone energías a los temas que tienen que ver con la pareja, pero sí a otras distracciones u ocupaciones, como ésta y como la banda que formó junto a dos amigos al regreso de ese viaje. No les explico cómo le dolió esto en el alma a Eugenia, que también canta y siempre había querido armar un grupo con su chico, que además toca la guitarra. En el trío que formó hay otro guitarrista y una cantante, que encima es bastante sexy, y dan ganas de ir a bajarla del escenario de las mechas por lo linda y lo bien que canta, jajaja. Marce se pasa las horas frente a la compu componiendo y armando efectos para las canciones que tocan. Yo los he visto y tengo que reconocer que es una muy buena banda, pero sé que cuando Euge los vio por primera vez, hace poquito, no pudo contener esos sentimientos mezcla de celos, orgullo, alegría y nostalgia por lo que no pudo ser… A todo esto sumémosle que aunque él mismo la había invitado a escuchar la banda al otro día le hizo todo un planteo de que por qué le invade sus espacios y viene a arruinarle una noche que era especial… WHAT? Alguien acá está muy loco… o soy yo? Estas reacciones no son nuevas en él, porque ya le he conocido otros planteos de este tipo, además de que me consta que muchas veces no apoyó a Eugenia, que es una mujer super-emprendedora, en los planes que quería encarar. Gracias a Dios nunca dejó que la detuviera y siguió adelante, llegando tan lejos como ni yo me hubiera imaginado. Grande, amiga!!! Me parece muy importante que más allá de todas estas idas y venidas no te hayas venido abajo, y siempre tengas una sonrisa y un chiste para alegrarnos el día a todos los que te rodeamos, y sobre todo ser una excelente madre, luchadora, cariñosa y ejemplar.
Si me pedís un consejo, yo antes pensaba que cuando uno ama tiene que luchar contra viento y marea para superar los obstáculos. Pero cuando las dificultades te ocupan más tiempo del que terminás disfrutando, algo definitivamente no está bien.
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El verdadero príncipe está por ahí, en alguna parte! Paciencia, mis amigas. Y fortaleza, que aunque las decisiones a veces cuesten, la liberación es proporcional al dolor que atravesamos al momento de hacerlas. Digo, en mi humilde opinión…